Nicole Kidman está a favor de la lectura. Sólo cabe felicitarla por impulsar la gran labor de una biblioteca con su poderosa influencia mediática.
El saber no ocupa lugar. Pero los libros sí. Y además cuestan dinero. Nicole Kidman, ávida lectora que ha contagiado la afición a sus hijas, ha aceptado participar activamente en una campaña de la Biblioteca Pública de Nashville para recaudar 2 millones de dólares. Ello forma parte de un objetivo aún mayor, 15 millones nada menos, que bajo el lema “Escribe el próximo capítulo”, se ha fijado primero en los donantes con mayor capacidad económica, para luego animar a contribuir al gran público.
Los fondos recaudados a través de una fundación sirven para disponer de más libros, pero también para organizar actividades como conferencias y cuentacuentos. Objetivo principal son los más jóvenes, que deben adquirir el hábito de la lectura en un mundo donde dominan demasiado a menudo los productos audiovisuales.
Kidman, reciente protagonista de Grace de Mónaco, confiesa en The Tennessean que tuvo su primer carnet de biblioteca a la edad de 5 años, y la experiencia de disfrutar del préstamo de libros ha sido tan gratificante, que también a temprana edad ha hecho socias de las biblioteca de Nashville a sus hijas que en la actualidad tienen 3 y 5 años. La actriz afirma que la lectura le ayudó a descubrir su vocación interpretativa, y que a menudo lee poesías con su marido Karl Urban.
Sobre por qué lee, explica que “leo porque me relaja, y leo porque me pierdo en los libros. Leo buscando inspiración y protección, y para crecer espiritualmente”.