Toni Collette asegura que no ha dudado en rechazar a los coordinadores de intimidad cuando se los han ofrecido en los platós.
La actriz, que protagoniza la nueva serie The Power, ha hablado sobre este tema durante una entrevista con el medio británico The Times, donde habló también de otros numerosos asuntos.
Hablando con los coordinadores de intimidad , que llegaron en medio del ajuste de cuentas #MeToo de Hollywood y el posterior debate sobre la cultura de cancelación, Toni Collette asegura que la mayoría de sus experiencias en el set han sido positivas. Y debido a que se ha sentido segura, se ha quedado sin necesidad de coordinadores de intimidad. “Creo que sólo me los han enviado un par de veces, pero yo he confiado mucho y me he sentido a gusto con las personas con las que estaba trabajando”, recuerda. “Simplemente sentí que esas personas que fueron traídas para hacerme sentir más a gusto en realidad me estaban haciendo sentir más agobiada. No estaban ayudando, así que les pedí que se fueran”.
Mientras que otras actrices elogiaron su presencia y expresaron su deseo de haber tenido más seguridad en las escenas de sexo al principio de su carrera, Toni Collette asegura que la necesidad de un coordinador de intimidad depende de con quién trabajes. “Mira, cada rodaje es diferente. Porque te encuentras con un montón de gente nueva, es una nueva energía; todos traen consigo toda su vida, y todo se tira a la olla. Nunca sabes lo que te vas a encontrar y es un milagro que una película salga adelante, y mucho menos prospere”, añade. “He sido muy afortunada porque sólo he trabajado con unos pocos imbéciles durante las varias décadas que he logrado mantener este barco a flote”.
Por otro lado, Toni Collette confiesa que se arrepiente de una decisión que tomó al principio de su carrera. Rechazó un ofrecimiento de la aerolínea Qantas para convertirse en su "rostro", algo que sentía que no estaba de moda en ese momento en Hollywood. “Después de La boda de Muriel, Qantas quería que yo fuera la cara de la compañía. Iban a darme una cantidad sustancial de dinero y vuelos gratis para mí y mi familia inmediata por el resto de mi vida. Ése es mi único arrepentimiento, porque dije que no”, recordó. “Nadie estaba respaldando las cosas en ese momento. Eso no era algo que la gente hiciera. Era a principios de los noventa. Recuerdo haber dicho: 'No, quiero ser una actriz seria. Quiero que me tomen en serio. No quiero hacer eso.' Y mira el mundo ahora. La gente está vendiendo champú”.