79 minutos. Es la duración de la jugosa entrevista que Natalie Portman ha concedido a Stephen Galloway para “The Hollywood Reporter”, que no tiene desperdicio, pues aparte de hablar de su debut como directora, ofrece su punto de vista acerca de mil cuestiones.
Natalie Portman presentará dentro de unos días en Cannes A Tale of Love and Darkness, su debut como directora, la adaptación de una novela de Amos Oz. Por la seriedad con que da sus opiniones a The Hollywood Reporter, se diría que la cineasta, de 33 años, es una mujer madura y con puntos de vista sobre mil cuestiones muy sólidos y requetepensados.
Ganadora del Oscar por Cisne negro, asegura que no sabe dónde está la estatuilla: “Creo que la caja fuerte o algo así, no lo sé. Hace tiempo que no la he visto.” Y cuenta una curiosa historia bíblica: “Estaba leyendo a mi hijo la historia de Abraham, que hablaba sobre no adorar a falsos ídolos. Y esto son literalmente hombrecillos de oro. Adoración literal de ídolos de oro, si los adoras. Por eso no lo exhibo en las paredes. Es un falso ídolo.”
Entre otros temas, uno descubre que Portman graba la entrevista para sí misma, para evitar malinterpretaciones sobre temas delicados que no elude. Al haber nacido en Israel y ser judía, es inevitable que se le pregunte por las elecciones ahí hace unas semanas. Y sin cortarse expresa su rechazo hacia el primer ministro israelí Benjamin Netanyahu, su reelección le parece “decepcionante” y “sus comentarios racistas, horribles”.
También cuenta lo feliz que se siente viviendo en París con su marido Benjamin Millepied, bailarín al que conoció haciendo Cisne negro, y con su pequeño hijo Aleph, de 3 años.
