La huelga de guionistas de la industria del entretenimiento ya ha causado sus primeros efectos colaterales.
El conflicto laboral que actualmente sufre Hollywood afecta a diversos profesionales involucrados en la producción de películas. Cuando los guionistas se declaran en huelga, se interrumpe la escritura y el rodaje de nuevos largometrajes y series, lo que trae consigo consecuencias negativas en la industria en general. Afecta a actores, directores, técnicos y otros miembros del equipo de producción que dependen de nuevos proyectos para su empleo y sustento.
Según un artículo de The Washington Post, la huelga en marcha desde la semana pasada está afectando sobre todo a profesionales como escenógrafos y creadores de utilería, conductores y chefs, expertos en iluminación y jardineros. Muchos todavía se están recuperando de la pandemia de coronavirus y describen la huelga como el segundo golpe mortal. Las empresas han comenzado a despedir personal y recortar gastos, recortando costos en un esfuerzo por sobrevivir hasta que se llegue a un acuerdo.
“Estamos en modo de supervivencia”, declara Talaat Captan, fundador y director ejecutivo de Air Hollywood, que prevé a los estudios de aviones, helicópteros y otros aparatos, y ha trabajado en títulos como Top Gun: Maverick. “Durante el Covid, tuvimos ayuda del gobierno. Aquí, solo tenemos la ayuda de Dios. Podríamos cerrar el negocio si no se llega a un acuerdo”.
Por ahora, el Sindicato de Guionistas (WGA, por sus siglas en inglés) está lejos de alcanzar un acuerdo con la Asociación de Productores (PGA, por sus siglas en inglés), por lo que no hay final a la vista. Los analistas predicen que la huelga podría durar más de tres meses, lo que traería consecuencias "molestas e incluso nefastas" para el mundo del entretenimiento.
Los guionistas piden sobre todo los denominados Derechos Residuales. Desde la implantación hace diez años del modelo Netflix los guionistas venden su trabajo al completo a las plataformas, despidiéndose casi por completo de derechos de autor derivados de su propiedad intelectual. Si el producto deja de emitirse en Amazon Prime Video, por poner un ejemplo, y pasa a Netflix, que paga por la ficción una importante suma de dinero, el autor del libreto no verá ni un duro casi con total probabilidad.
Durante el último paro laboral de WGA, que duró 100 días entre 2007 y 2008, la economía de California perdió 2.100 millones de dólares y casi 38,000 empleos.
