Firma invitada: Salvador Fontenla Ballesta *
Zulú una película británica del año 1964, dirigida por Cy Endfield, y que tuvo como principales protagonistas a Stanley Baker, Michael Caine –en su primera actuación como protagonista–, y Jack Hawkins.
Fue una película que tuvo, y todavía tiene, gran éxito, porque supo combinar un sólido argumento con la correspondiente tensión dramática. Está rodada enteramente en Sudáfrica y los zulúes hicieron de extras en la película.
El argumento
Narra la defensa con éxito de la misión de Rorke's Drift, por 139 soldados británicos, contra unos 3.000 guerreros zulúes (4.000 en la película) que perseguían a los restos de las fuerzas inglesas, derrotadas en la batalla de Isanddhiwana, ocurrida en enero de 1879.
El guión sigue bastante fielmente el desarrollo del asedio, con las obligadas concesiones de toda producción cinematográfica.
Ensalza una acción que es considerada en el Reino Unido como la defensa militar más destacada y condecorada defensa de una plaza. Pone en valor el estoicismo de la “fina línea roja” formada por un pelotón de infantería (casacas rojas) que todo lo aguanta.
Comentarios históricos
La película alcanza un alto valor épico, pero los hechos descritos palidecen ante la comparación militar con defensas de otras plazas españolas, pues solo en la Edad Contemporánea, podemos citar, y no de forma exhaustiva, Zaragoza, Gerona, El Callao, Baler y Alcázar de Toledo, que todavía están esperando un film moderno que esté a la altura histórica y técnica que se merecen.
La deserción de la fuerza nativa no fue tan pacífica, pues fueron tiroteados durante la misma, y lo hicieron con sus mandos europeos al frente, lo que quitaba heroicidad al conjunto de la defensa.
El final de la película está muy edulcorado, políticamente muy correcto, porque los zulúes se despiden de forma caballerosa, saludando y haciendo un homenaje a la bravura de sus enemigos, lo que es simplemente falso. No hace falta ser muy observador para percatarse de que, después de la matanza de zulúes, no se ve a ninguno herido, ni como tales atendidos, porque elude que fueron todos cruelmente masacrados (incluso enterrados vivos).
Comentarios militares
El ataque a la posición británica fue un gran error zulú. Porque su misión era perseguir a los que huían de la batalla de Isanddhiwana, y la posición de Rorker no tenía ningún valor táctico ni estratégico. Así solo consiguió perder tiempo y sufrir gran desgaste (700 muertos) por un objetivo insignificante. Es el mismo error que se cometió en Brunete o en Belchite.
La táctica de los zulúes era habitual en las sociedades guerreras primitivas. La formación de “cabeza de búfalo” o de “media luna” (cabilas rifeñas) era fácil de coordinar y trataba de tantear y envolver por los cuernos, manteniendo el grueso de la fuerza en el centro, con capacidad de choque frontal o para desplazarse sobre uno de los cuernos según conviniera.
No puede pasar desapercibida la potencia de un fuego disciplinado de la fusilería, contra guerreros protegidos con escudos de piel y armados con lanzas.
Es de destacar la importancia del “trabajo” para la defensa (fortificación), a pesar del cansancio, por grande que este sea. Aunque lógicamente el esfuerzo del trabajo está representado en el oficial de ingenieros, no hay buena infantería si no le da al “trabajo” el mismo valor que a las otras formas de la acción.
Otros asuntos secundarios, que el jefe de la posición va solucionando sobre la marcha, son acciones como la de adaptar el perímetro defensivo a la entidad de la fuerza para guarnecerlo con eficacia, y disponer siempre de una reserva, por pequeña que sea, para reforzar los puntos críticos y para contraatacar.
Un error normal, en escritos y películas, es transcribir literalmente “platoon” por pelotón (al mando de un suboficial o cabo), cuando significa sección (mandada por un oficial).
* Salvador Fontenla Ballesta es General de Brigada en la Reserva, y ha estado al frente de la Brigada Paracaidística