La Segunda Guerra Mundial nunca pasa de moda como marco para rodar todo tipo de historias. Closing the Ring es una de ellas. Richard Attenborough ha vuelto a ponerse tras las cámaras después de no dirigir una película desde Búho gris en 1999. A Attenborough no sólo le avala su trayectoria como director, sino también su prolífica carrera de actor (La gran evasión, Elizabeth) y productor (Chaplin, Gandhi).
Closing The Ring es un sencillo drama romántico cuyo arco temporal va desde la guerra hasta finales de siglo. Comienza en 1943 cuando un piloto aliado se estrella en Belfast. Allí le encomienda a un lugareño que entregue un anillo de compromiso a una joven que está en Norteamérica. Su deseo no se ve cumplido y cincuenta años después un joven descubre el anillo y la historia que encierra.
Pocos discuten que Richard Attenborough es un peso pesado del cine, y como tal se ha rodeado de dos de su especie para protagonizar su película: Shirley MacLaine (El apartamento, Embrujada) que con 72 años y sesenta películas en su haber, da la réplica a Christopher Plummer (El dilema, El hombre que pudo reinar), quien a sus 77 años ha participado en más de 150 títulos. Estos dos clásicos del cine no estarán solos. Comparten film con los que son las versiones de sus personajes cincuenta años antes. Para esos papeles han sido elegidos dos rostros populares gracias a la pequeña pantalla por series como O.C. (Mischa Barton) y Everwood (Gregory Smith). Resulta curioso que entre el reparto figure como secundaria Neve Campbell. La joven que protagonizó la saga de Scream había desaparecido casi de escena y a pesar de que en Closing the Ring tiene un papel pequeño, la que fue una digna reina del grito acaba de rodar dos películas en las que será protagonista, y tiene en proyecto otras cinco.
