Mi querido profesor (1992), de Lina Wertmüller

A través de los ojos de un niño se nos narra la historia de su profesor a partir de su traslado a un pequeño pueblo de Nápoles. Al principio cae mal a los niños a causa de su exceso de peso y porque les obligaba a acudir a la escuela y a trabajar duramente. Ellos piensan que no tienen demasiado tiempo para perderlo yendo a la escuela, y le reprochan al profesor que se queje continuamente de lo sucio que está todo y de lo antipático que era todo el mundo. Había sido destinado allí por error y continuamente intentaba marcharse a otro lugar. Pero pronto, los niños comienzan a divertirse en sus clases y se dan cuenta de que aprendían mientras se reían. Cuando el profesor es obligado a trasladarse a otra escuela, los alumnos le han cogido tanto cariño que no quieren que se vaya, por lo que intentan reunirse para trazar un plan que impida que esto ocurra.

La directora Lina Wertmüller adapta con mucha gracia una novela de Marcello D'Orta titulada "Lo speriamo che me la cavo". Sus jóvenes actores son, en su mayoría, no profesionales y, sin embargo, extrae de ellos grandes interpretaciones. La estupenda fotografía de Carlo Tafani y la divertida música de Dangio Greco convirtieron esta comedia en un gran éxito en Italia y en una de las comedias imprescindibles de los años 90 rodadas en este país.