¿Encontró lo que buscaba? (2023), de Yibran Asuad

Enrique Guerrero, llamado “Guerrerrok”, es un ex locutor de radio que llegó a ser legendario en los programas musicales gracias a su asociación con Irma “La Bomba” Pimentel. Ya jubilado, vive en el pueblo de Rioverde, al noroeste de Ciudad de México, en donde cuenta con el divertido compadreo de varios amigos de su edad. Cuando recibe una invitación para asistir en la capital a una fiesta de aniversario de su cadena de radio, Enrique ve la oportunidad de recuperar al amor de su vida, “La Bomba”, a la que hace muchos años que no ve. Y como necesita dinero empezará a trabajar en un supermercado de la zona, donde conoce a Picho, un chaval de gran corazón que está secretamente enamorado de una compañera.

Amable película mexicana, de producción modesta y personajes entrañables, en donde el director Yibran Asuad hace un homenaje a los viejos rockeros, supervivientes apenas de una época que pasó, repleta de ilusión y música, romántica y emocionante. En este sentido está llena de humanidad la camaradería que reina entre el grupo de septuagenarios que se reúnen en la peluquería para compartir unos tragos y recordar con regocijo viejas historias. Por supuesto, el grueso de la trama recae en Enrique Guerrerrok, un tipo de lo más singular, caradura como el que más, capaz con sus trapicheos de engatusar a cualquiera, pero que se hace querer detrás de esa fachada de aprovechado y fabulador vejestorio.

¿Encontró lo que buscaba? habla de de los amores perdidos, de que la vida se escapa y es preciso perseguir los propios sueños y apresarlos antes de que el correr de los años arruine el futuro. El guión de Javier Peñalosa plantea así un sencillo contrapunto entre la vida de Enrique y la de su jovencísimo colega, de corazón noble e inocente pero que está experimentando los reveses del amor y de la vida. Por otro lado, es un acierto el sentido del humor y el optimismo de fondo que desprende esta historia sencilla y cálida, gracias también a su tono de blanca picaresca, sin grandes pretensiones. Todo el reparto está muy bien, pero sobresale especialmente el desparpajo de Álvaro Guerrero como protagonista.