La skater (2021), de Manjari Makijany

La joven Prerna compagina sus estudios con pequeños trabajos en casa, en un pueblecito de Rajastán. Aunque ignora la existencia de los monopatines, se desliza con extraordinaria habilidad sobre una rudimentaria tabla que ha construido su hermano, de forma precaria. La casualidad quiere que llegue al lugar Jessica, turista británica en busca de sus orígenes, pues vivió allí de niña hasta que fue adoptada. Ha traído consigo a Erick, un skater profesional, y algunos monopatines para regalar a los chavales, pues podrán utilizarlos en la pista que planea construir. Las piruetas de Erick despiertan en Prerna el deseo de imitarle, pero las rígidas normas del lugar no se lo permiten.

Debut como guionista y realizadora de la india Manjari Makijany, hasta ahora cortometrajista, que ha logrado no resultar demasiado localista, mediante la artimaña de mostrar la realidad de su país a través de los ojos de Jessica, la recién llegada, que descubre las peculiaridades locales poco a poco. Aprovecha para criticar el inmovilismo social y la supervivencia de costumbres arcaicas, que sólo sirven para cortar las alas de las nuevas generaciones. También se pone en solfa la situación de la mujer, sin incurrir en un feminismo airado, pues en todo momento se adopta un tono amable.

Pese a que el título atraerá a los aficionados al monopatín, salvo por alguna escena vistosa, este elemento sólo se utiliza como metáfora de la llegada de la modernidad, pues no estamos ante un film de superación a través del deporte. Más bien recuerda a Billy Elliot, pues si allí se contaba que un niño pobre no podía bailar, aquí también se habla de la dificultad para perseguir los sueños, con una protagonista que no puede patinar por ser chica. Convence la debutante Rachel Saanchita Gupta, que con sencillez sabe hacer cercano a su personaje protagonista.