Mortal Kombat (1995), de Paul W.S. Anderson

La acción nos transporta a un lugar fantástico llamado Mundo Exterior. Este lugar, situado en alguna zona misteriosa del espacio y del tiempo, se sitúa en una dimensión de la fantasía, que corre paralela a la dimensión en la que se encuentra el mundo real. Allí tienen lugar desde hace miles de años unos terribles combates. El maléfico brujo Shang Tsung es el encargado de organizar estos torneos de artes marciales, a los que acuden luchadores de todas las regiones del Mundo Exterior. Shang Tsung es un personajes inmortal y muy poderoso, al que nadie ha podido derrotar desde hace más de nueve generaciones. Pero las cosas van a cambiar. Lord Rayden, un dios benigno del trueno, está decidido a que esta vez Shang Tsung no se salga con la suya. Para ello ha reclutado a tres excelentes guerreros. Si los guerreros consiguen vencer a Shang Tsung, el bien ocupará el trono en el Mundo Exterior.

Película de acción y artes marciales, que los adolescentes de medio mundo convirtieron en su día en una de sus favoritas del género. Un conocido juego de ordenador es el origen del argumento. Las escenas de lucha son espectaculares y la imaginación del mundo fantástico recreado es correcta.