The Offering (2022), de Oliver Park

Art regresa a casa de su padre Saul, a modo de hijo pródigo, con su esposa embarazada Claire, la relación con el progenitor viudo y judío ultraortodoxo, propietario de una funeraria, se había deteriorado hondamente, y quizá sea la ocasión de hacer las paces. Pero tiene la mala pata que el reencuentro, aparte de despertar las suspicacias de Heimish, el socio de Saul, coincide con el suicidio de un individuo que ha hecho un pacto con el diablo para recuperar a su esposa y su bebé. Y se trata de un diablo nada menos que especialista en robar bebés, así que la criatura de Art y Claire, que para más inri se nos informa sin que venga a cuento que ha sido posible gracias a la fecundación artificial, es una presa para la maligna criatura angélica.

Cinta del subgénero de terror diabólico, que acude a los clichés más manidos, desde manuales y círculos de conjuros, a siniestras grabaciones y ancianitas que parecen brujas. La principal novedad radica en ambientar la narración en ambientes judíos, pues lo tradicional es mostrar exorcistas católicos en este tipo de historias.

El desconocido Oliver Park maneja un guión de Jonathan Yunger y Hank Hoffman que prácticamente obliga al espectador a suspender su incredulidad desde el minuto uno, en que un recién llegado Art al hogar paterno es requerido para componer un cadáver que tiene un cuchillo en el pecho; al menos antes le dan de cenar, aunque tal petición bien podría haber terminado en vomitona, pero no pasa nada, porque Art se crió en la funeraria, y se ve que lo de arrancar armas blancas de los cuerpos debe ser el pan de cada día. En fin, la cinta, con actores de segunda fila como Paul Kaye y Emm Wiseman, tampoco es que tenga grandes pretensiones, y quizá haya quien la disfrute, algún incondicional muy incondicional de las pelis de demonios.