Tracers (2015), de Daniel Benmayor

Músculos en tensión. Corazón palpitante. Mirada fija. Empieza a correr. Más rápido. ¡Salta! y… aterriza. Así llega Taylor Lautner con este nuevo film de acción desenfrenado cuyo telón de fondo es el parkour. La trama se centra en un joven que trabaja de mensajero ciclista para pagar sus deudas a unos mafiosos. Un día conoce a una chica que le llevará a cometer algunas locuras y a meterse en un mundo diferente.

Partiendo de una historia sencilla, el director español Daniel Benmayor crea una rutinaria cinta de acción que aporta poco al género. El guión no es valiente ni decide jugar con el espectador, aunque el realizador lo ejecuta de forma efectiva y sin pretensiones. Benmayor sabe lo que puede dar y va al grano sin andarse por las ramas, consiguiendo una película ágil, ligera y digerible para el gran público.

Los personajes de Tracers son tan vacuos y como el guión, llenos de tópicos desde el inicio del metraje. Lautner, aquel musculoso joven de la saga Crepúsculo, es poco creíble al igual que su personaje y su mejor baza son las secuencias de acción, muchas de ellas realizadas por él. En la parte técnica, hay poco que reprochar al joven cineasta Daniel Benmayor (Bruc: El desafío), que ha conseguido filmar unas persecuciones de buen nivel y darle un montaje fluido. Estas escenas están bien engranadas aunque en alguna ocasión son un poco caóticas por el constante movimiento de la cámara. En fin, un largometraje de puro entretenimiento que no quedará en la retina de los espectadores pero tampoco les dejará mal sabor de boca si lo que quieren es dejarse llevar.