Gerry Lively

Un submarino alemán acoge a un grupo de soldados americanos, rescatados de un hundimiento. Son, pues, prisioneros de guerra. Pero captores y presos se ven obligados a colaborar cuando una epidemia hace estragos entre la tripulación de la nave. Entretenido film del subgénero bélico bajo el agua, donde destaca William H. Macy, quien ya protagonizó y se mojó con otro título de submarinos, Abajo el periscopio.

El candidato a la presidencia de estados Unidos prevé que va a perder las elecciones sin remedio. De modo que planea su propio secuestro para ganarse el favor de los ciudadanos. El plan tendrá lugar durante un cena benéfica. Prescindible thriller de acción, que mezcla política pachanguera con malotes de cartón piedra.

Un policía de narcóticos, Victor Cooper, cree estar en lo cierto sobre uno de los métodos de entrada de droga en Miami. Para descubrirlo se infiltra en uno de los equipos de paracaidismo de la zona, cuyo jefe, Red Line, es toda una autoridad en salto en el aire. Pero pronto, se darán cuenta sus compañeros de que Cooper posee también una extraordianria habilidad para el paracaidismo, de modo que podrán competir en el campeonato nacional. Rutinario aunque más o menos entretenido thriller, que usa la herramienta de aventura y de la espectacularidad del salto y las piruetas en paracaidas para mantener el interés. Habrá también sus romances y sus sorpresas. Protagonizan los a menudo secundarios Tom Berenger (Platoon) y Stephen Baldwin (Sospechosos habituales), mientras que la chica en cuestión es la encantadora Maxine Bahns (Ella es única).

En las lejanas selvas tropicales, un equipo de científicos realiza un inaudito hallazgo: entre las ruinas de lo que antaño fue una antigua civilización encuentran los huesos de una antigua criatura, desconocida para la ciencia actual. El profesor Hart Wessinger consigue extraer el ADN de los huesos; ahora sólo haría falta una enzima compatible para crear un ejemplar vivo de la extraña criatura. Pasados los años una serie de inquietantes sucesos aterrorizarán a los habitantes del lúgar. William Mesa dirige este remedo de Parque Jurásico, que mezcla inteligentemente ingredientes del cine de ciencia ficción y el cine de terror. Destacan unos excelentes efectos especiales a cargo de la siempre eficaz Flash Film Works, acompañados de una inquietante banda sonora a cargo de Christopher L. Stone.

Estamos en una estación espacial. Corre el año 2127. El doctor Merchant debe ejecutar una peligrosa misión: el exterminio de los cenobitas, necesario para cerrar definitivamente las puertas del infierno. Todo se debe a que un antepasado suyo, en el siglo XVIII, construyó el cubo infernal conocido como la Configuración de los Lamentos. Cuarta entrega de la terrorífica y sanguinolenta serie Hellraiser. Con un malvado villano que responde al nombre de Pinhead, y que presenta un asombroso maquillaje, el temblequeo está asegurado. Firma el film Alan Smithee; o sea, el seudónimo que se usa cuando el director no quiere usar su verdadero nombre por alguna desavenencia creativa.

Un matrimonio de Chicago ha acogido en adopción a dos niños del campo, llamados Joshua y Eli. El padre de los dos niños desapareció en misteriosas circunstancias, y nunca más se volvió a saber de él. Poco a poco, el matrimonio descubre horrorizado que los niños han asesinado a sus padres y familiares, y que su idea es sembrar el terror en los alrededores hasta llegar a la ciudad.  Terror en estado puro, donde el ritmo lento va aumentando la tensión a medida que se desarrolla la película. La intriga y el pánico se mezclan con algún que otro sobresalto. Se deja ver la guapa Charlize Theron, en la que fue su primera película, aunque aparece desacreditada.

El joven Kenny recibe una increíble noticia de su padre. Es descendiente de los druidas legendarios de siglos pasados, que portaban las piedras sagradas con las que podían impedir el nacimiento de Warlock, el hijo del diablo. Ahora, en la actualidad, Warlock nacerá tras un eclipse que sólo se produce cada mil años. Tendrá que recolectar las piedras sagradas para lograr que su padre el diablo se haga con el dominio del mundo. Kenny y su novia Samantha serán los únicos que puedan impedirlo... Secuela de Warlock, el brujo, que sigue contando con el protagonismo del inquietante Julian Sands. Sin embargo, toda la trama resulta demasiada fantasiosa, poco atractiva, y los efectos especiales son pobres, como toda la producción. Hay algún momento logrado, como cuando Warlock convierte al dueño de una piedra en una pieza picassiana de su colección de arte.

El propietario de un club nocturno de Nueva York encuentra en una galería de arte una extraña escultura con la imagen de Pinhead que le fascina y está decidido a comprarla para colocarla en su local. Mientras, en las urgencias de un hospital acaba de ingresar un joven que ha llegado al centro con ganchos clavados en su cara y que antes de que los médicos intervengan, una fuerza poderosa se hace presente en él. Joanne, una reportera que se encuentra en el hospital sentirá curiosidad por el caso. Tercera parte de Hellraiser, donde Pinhead, el líder asesino de los 'cenobitas', vuelve a estar interpretado por Doug Bradley. En el argumento se introduce el pasado del personaje para conocer el origen de todo y la historia tiene algo más de acción de calle, y persecuciones por la ciudad. Clive Barker, que dirigió la primera película, colabora aquí en el guión.

Stevie, joven estudiante de cine, intenta vender su guion a J.P. Sheldrake, un veterano productor desesperado porque por problemas de impuestos necesita fracasar estrepitosamente en taquilla con un film. Comedia menor, cuya trama recuerda excesivamente a Los productores, de Mel Brooks. Destaca el trabajo de Tony Curtis, interpretando al productor.

En un museo de cera, recientemente abierto al público, están representados los criminales más terroríficos. Como peculiaridad, en la zona de terror, los personajes cobran vida ante los ojos expectantes de un grupo de adolescentes, para que sean testigos de los asesinatos más espeluznantes. De este modo, pueden entrar en otras dimensiones para encontrarse con Drácula, el hombre lobo o el mismísimo Marqués de Sade. Película fantástica de terror con unos efectos especiales justitos para la época en la que se rodó. De lo absurda que resulta a ratos, casi despierta la risa, y en cuanto a los actores, la mayoría son desconocidos, exceptuando John Rhys-Davies (El Señor de los Anillos), haciendo de hombre lobo, o el inexpresivo Miles O'Keeffe (Ator, el poderoso).