Cartas desde el corredor de la muerte

Agotadora película china, que transcurre en una prisión de ese país, donde sus moradores aguardan el momento en que se les aplique la pena capital. A diferencia de otros títulos de este porte realizados en otras latitudes, los presos parecen bastante pacíficos, y alguno espera el castigo fatal por hechos como el de no haber socorrido en un atropello al hombre que lastimó y que acabó muriendo, o incluso por robo. Una presencia femenina, una mujer condenada, alegrará la vida de otro de los presos, pues ambos deben colaborar en las grabaciones de algunas consignas carcelarias, que se emiten en la radio de la prisión.

Kevin Feng Ke, formado en Estados Unidos y con experiencia en el documental, entrega su primer largo de ficción, que bebe precisamente del aire realista y minucioso de sus anteriores trabajos. Está rodado con oficio, pero cansa.