Peligrosamente infiltrada (2012), de Tom Vaughan

Molly es una joven detective privada que se ocupa de poco estimulantes casos de infidelidades conyugales para pagar las deudas de juego de su padre, un ex policía. Un día la aborda Harmon, un agente del FBI, que le propone infiltrarse en una hermandad universitaria femenina, la KKZ, para proteger a la hija de un testigo que va a declarar contra la mafia.

Comedia juvenil para mayor gloria de Miley Cyrus, con planteamiento que recuerda a la reciente Infiltrados en clase, que mostraba policías de aspecto imberbe haciéndose pasar por estudiantes. Aquí la novedad sería presentar a chicas pijas, horteras y tremendamente superficiales, con sus fiestas de pijamas y sus expresiones tipo “superguay”. Como puede imaginarse Molly se enamorará de un compañero, al tiempo que le cuesta disimular que es una chica dura de la calle, acostumbrada a manejar pistolas, y que continuamente está usando sus dotes de deducción.

Dirige Tom Vaughan, responsable de la comedia no demasiado estimulante Algo pasa en Las Vegas, pero también del drama razonablemente interesante Medidas extraordinarias. El film que nos ocupa requiere un público entregado, o sea, que les guste este tipo de cintas y que admiren, mucho, a la Cyrus.