Visitante (2021), de Alberto Evangelio

De pequeña, Marga vivió un incidente traumático en la casa rural de su familia que se saldó con la muerte de su pequeña hermana. Ya adulta, regresará al lugar para tomarse un respiro, pues pasa por una mala situación, ya que su padre sufre una grave enfermedad al tiempo que ella atraviesa una crisis matrimonial, pero ha iniciado una relación con un antiguo conocido. Cuando descubre que se ha quedado embarazada de este último, decide abortar, pero el día en el que ha concertado cita en una clínica, una presencia sobrenatural en el inmueble no le permitirá salir.

El prolífico cortometrajista Alberto Evangelio debuta como realizador y guionista en el campo del largometraje con una ambiciosa mezcla de thriller, terror y ciencia ficción. Tiene mérito adentrarse en estos terrenos en España, así que se puede alegar a favor del cineasta que salva el principal escollo, pues pese a un presupuesto limitado en comparación con el de grandes producciones, los pocos efectos visuales requeridos resultan convincentes. Tampoco se le da mal dar la dirección de actores, pues sobre todo logra un impecable trabajo de Iria del Río (Las chicas del cable), como protagonista, mientras que los secundarios demuestran cierto nivel.

Plasma también alguna idea interesante propia del género fantástico, en torno a dimensiones paralelas, y no teme recurrir a algún momento sentimental y humano, que permite la identificación con los personajes, como el recuerdo permanente que tiene la protagonista de su hermana fallecida, y un tímido cuestionamiento de la idoneidad de la interrupción del embarazo. Por desgracia, todo ello se queda en flecos aislados, por culpa de un libreto pretencioso, que las imágenes no logran explicar con fluidez. Quizás simplificándolo más y eliminando algunos giros de guión que desorientan al espectador habría quedado un relato más redondo.