The Last Ship (2013), de Jack Bender

Un destructor de la Armada de Estados Unidos, comandado por Tom Chandler y con una tripulación de 217 hombres, debe apoyar las investigaciones en torno a un virus que realizada la doctora Rachel Scott en el Ártico. Cuando se disponen a volver a casa con los resultados para una posible vacuna se encuentran con un mundo diezmado por la pandemia y en estado de pánico, incluidas armas nucleares despendoladas. Los gobiernos de los diversos estados hechos unos zorros, y terroristas de Al Qaeda y oficiales de la Marina rusa están actuando a su aire, a veces de modo errático, en otros casos con el propósito de hacerse con los elementos para la posible cura de la enfermedad.

Entretenida serie de corte apocalíptico y adrenalítico, basada en el libro de William Brinkley. Está producida por Michael Bay, quien a buen seguro ha contado con la colaboración de las Fuerzas Armadas de su país, que ya le echaron un cable en Pearl Harbour y Transformers. Por supuesto los militares muestran su coraje y heroísmo, y hay suficiente suspense en los enfrentamientos con el enemigo, en el encuentro de cadáveres infectados, y en algún que otro traidor. La trama no inventa la pólvora, y los personajes son demasiado arquetípicos, pero The Last Ship no engaña a nadie y a su nivel funciona. Entre otras cosas porque los episodios están dirigidos por artesanos apañados como Jonathan Mostow, que rodó Breakdown, y Jack Bender, habitual realizador de Perdidos.