Biografía de Larry Hagman (1931-2012)

Nacido el 21 de septiembre de 1931 en Forth Worth (Texas), Larry Martin Hagman era hijo de Mary Martin, que después de dar a luz a los 17 se convertiría en actriz de teatro y cine. Su padre, Benjamin Jack Hagman, era abogado. Cuando el chico tenía cinco años sus padres se divorciaron, y él se fue a vivir con su abuela a Los Ángeles.

A los 15 años Hagman trabajaba en el rancho de Texas de un amigo de su padre. En el instituto se unió al grupo de teatro, y se enamoró de la interpretación, sobre todo porque sus papeles cómicos eran muy celebrados. Empezó profesionalmente en pequeños roles en Dallas y Nueva York, y en 1951 interpretaba un papel en la versión londinense de "South Pacific", donde también actuaba su madre.

Después de un paréntesis para combatir en la Guerra de Corea, Hagman retomó la interpretación, con numerosos papeles en teatro. Debutó en televisión con la serie Decoy, en 1957. También apareció como secundario en cine, en títulos como Primera victoria, de Otto Preminger, donde era un teniente del ejército.

La popularidad le llegó cuando fue reclutado para protagonizar con Barbara Eden la serie cómica Mi bella genio, que fue un exitazo, sobre todo en Estados Unidos. Encarnaba a un astronauta, que después de que su nave se estrelle en el Pacífico Sur, encuentra a una atractiva genio que conquistará su corazón. Se mantuvo en antena cinco años.

Acabada la comedia, Hagman volvió a los papeles secundarios en títulos como El ídolo, Harry y tonto, Ha llegado el águila y Supermán, donde aparecía brevemente como militar que ayudaba a una mujer en apuros. También intervino en varias series que no acabaron de cuajar.

Aunque a Hagman se le recuerda por el mujeriego y amoral J.R., en la vida real fue hombre de una sola mujer. Se casó el 18 de diciembre con la sueca Maj Axelsson, con la que tendría dos hijos, Heidi Kristina y Preston. Fue precisamente su esposa la que le sugirió que leyera un prometedor guión que le habían mandado para una serie que iba a llamarse Dallas. Finalmente, el matrimonio estaba de acuerdo en que era un papel ideal para Hagman.

El show –donde encarnaba a J.R. hijo mayor sin escrúpulos de los Ewing, una familia de empresarios del petróleo– fue todo un hito de la televisión a nivel internacional, y causó una auténtica revolución en las series dramáticas americanas, con una clara influencia en otras posteriores como Dinastía o Falcon Crest. Obtuvo un éxito sin precedentes, sobre todo el episodio final de la segunda temporada, cuando a J.R. le dispara una misteriosa persona, dejando en el aire si saldría con vida del atentado. La serie se emitió entre 1978 y 1991, y posteriormente dio lugar a tres telefilms que continuaban la trama.

Finalizada Dallas, Hagman se limitó a interpretar personajes secundarios en títulos como Nixon o Primary Colors. Tuvo un papel importante en Nip/Tuck, a golpe de bisturí, y apareció en dos episodios de Mujeres desesperadas, interpretando al nuevo marido de Stella, la madre de Linette Scavo. En España, donde Dallas había tenido un gran recibimiento, Hagman rodó dos episodios de la serie de Antena 3 Somos cómplices.

La vida de Hagman estuvo marcada por los excesos. Aparte de sus coqueteos con las drogas, el actor tenía un grave problema con el alcoholismo, y se cuenta que en la época de mayor popularidad de Dallas era capaz de consumir hasta cinco botellas de champán al día. Como consecuencia de su adicción, le diagnosticaron cirrosis de hígado en 1992. Tres años después se sometió a un trasplante de hígado, y desde entonces conservó una fotografía del donante sobre el espejo en el que se miraba todas las mañanas.

Hagman encabezaba el elenco de Dallas 2012, continuación de la legendaria serie que recuperaba a J.R., a su hermano Bobby y a otros de los personajes originales, aunque daba más protagonismo a Josh Henderson (el hijo de J.R.) y Jesse Metcalfe (heredero de Bobby). En el momento de su fallecimiento, Hagman había dejado rodados cinco capítulos de la segunda temporada de Dallas: Los herederos, donde ahora los guionistas no tendrán más remedio que seguir sin el motor del show.