Lobo vikingo (2022), de Stig Svendsen

Una escena de apertura nos muestra que los vikingos en una de sus incursiones asaltaron un monasterio donde, caramba, tenían encerrado a un “lobo infernal”, que llegó por su culpa hasta Noruega. Ya en la actualidad, la adolescente Thale lleva mal la muerte de su padre, y que haya tenido que irse a vivir con su madre, policía, y su nuevo marido, que tienen una niña sordomuda. Se han trasladado al pueblo en medio del bosque de Nybo, y la chica trata de socializar con los compañeros de clase. Con la mala fortuna de que un enorme animal salvaje –eso se intuye, pues nadie lo ve– se lleva a rastras a una chica, a la que mata a dentelladas. La propia Thale ha tenido un rasguño, y según un vejete de la zona la criatura que anda suelta podría ser un licántropo.

Cinta de terror con hombres lobo de por medio, dirigida y coescrita por el desconocido Stig Svendsen, que no inventa la pólvora ni mucho menos, pero que se deja ver medianamente. Ciertamente la situación familiar, las reacciones de la gente del pueblo, los expertos, son bastante convencionales, pero al menos la narración se anima cuando adquiere un componente dramático porque un humano al que conocemos bien comienza a mostrar síntomas licantrópicos. Y hay algunos escenas de tensión o con efectos más o menos conseguidas. Interesará a los fans del género, pero el resto puede quedar decepcionado, los que incluye los vaivenes del último tramo, que hacen que la resolución sea bastante insatisfactoria.