Maravilloso desastre (2023), de Roger Kumble

La joven Abby Abernathy ha tenido una vida dura, marcada por la ausencia materna, y una relación compleja con su progenitor en Las Vegas. Lo deja todo atrás, llevando consigo una gran cantidad de dinero en metálico, para estudiar Cálculo en la Universidad del Este, en Illinois. Una vez instalada, acude a una pelea clandestina con su mejor amiga, America, y el novio de ésta, Shepley, y ella quedará prendada del primo de este último, Travis “Perro Loco” Maddox, uno de los púgiles, que vence en uno de los combates. En principio, la muchacha no quiere entablar una relación con un muchacho que parece conflictivo…

Infumable adaptación de una novela de Jamie McGuire con cierta popularidad entre los lectores superficiales más jóvenes. Dirige y escribe el guión Roger Kumble, que ya había explorado las relaciones entre joven talentosa y chico malote en la nefasta After, en mil pedazos. El film está cortado por el mismo patrón, o sea que tiene una trama mínima que estira hasta lo impensable los tiras y aflojas entre los protagonistas, que van a acabar juntos, pero se resisten una y otra vez, no se sabe bien por qué.

También aquí abundan las secuencias de sexo y la carnaza, pero tratando de no enseñar más de la cuenta, no sea que la clasificación en Estados Unidos impida que el target pueda entrar a la sala. Por increíble que parezca, se logra caer más bajo que en la saga que toma como modelo, y otras del mismo corte, como 50 sombras de Grey, en secuencias que producen vergüenza ajena, como una que involucra a una erección matutina, digna de Torrente, el brazo tonto de la ley, o cualquiera de los peores subproductos de la Transición Española.

Por supuesto, no cabe buscar ninguna reflexión profunda sobre el amor, reducido aquí a la mera atracción física, ni se indaga en ningún momento en el peligro de las relaciones tóxicas, aunque la protagonista persigue a un tipo que parece tener un carácter violento. ¿Resulta lícito ofrecer estas perlas a jóvenes espectadoras? En cuanto a los actores, Virginia Gardner aguanta el tipo como puede, pero Dylan Sprouse no se salva del ridículo. Un desastre, pero no maravilloso, por desgracia.