My Little Pony: La película

En Equestria, el mundo de los ponys, la princesa Twilight es la responsable de que la fiesta de la amistad salga a la perfección, y para eso está trabajando a conciencia y ha contratado a una famosa cantante. Pero la llegada de las fuerzas del malvado rey Storm, que pretende dominarlo todo, y de su lugarteniente, la astuta pony Tempest, pondrán en peligro a todos sus habitantes. Twilight y sus amigas escaparán de milagro y acudirán a pedir ayuda lejos de sus fronteras.

El director Jayson Thiessen (My Little Pony: Equestria Girls), ampliamente familiarizado con el universo de My Little Pony –originalmente juguetes Hasbro, luego convertidos en personajes televisivos y cinematográficos–, vuelve a ofrecer otra aventura de este grupo de ponys femeninos, donde la amistad es la mayor seña de identidad. Hay que reconocer un esfuerzo en el guión, bastante variado, con subtramas y diferentes aventuras en tierra, mar y aire, y donde se ha cuidado la presencia de cada personaje: entre ellos, el grupo de la princesa pony Twilight (el dragón Spike y las ponis Rarity, Applejack, Rainbow Dash, Pinkie Pie y Fluttershy), así como el malvado rey Storm y la pony Tempest.

My Little Pony: La película es entretenida y tan cursi como se puede esperar, pero gustará sin duda a las niñas jovencitas. No llama la atención la calidad de la animación, pero a cambio sí destaca mucho su llamativo colorido y el ritmo constante, tanto que puede aturdir, al igual que las numerosas canciones (interpretadas por SIA o la española Edurne) que trufan cada segmento de la aventura de las protagonistas. Y de fondo, aunque también en la superficie y por todos lados, reina por doquier el valor de la amistad, del perdón y de la fuerza del cariño.