Un arduo camino (2021), de Tyson Johnston

Australia. A sus quince años, Ben Lane es toda una promesa de la natación. Se acercan las Olimpiadas y con el empuje de una madre un tanto atosigante, el joven se entrena duro antes y después del colegio. Pero la salida de su padre de la cárcel va a trastocar su mundo, porque la familia sufrió los abusos violentos y no ha superado su pasado. Mientras sus hermanos mayores han destruido su vida y viven miserablemente, Ben tendrá que enfrentarse con sus demonios si quiere salir adelante.

Película australiana de acendrado corte dramático que incide en la implicación de las circunstancias familiares y emocionales sobre los logros personales y su decidiva influencia a la hora de rendir los talentos. Por supuesto, se hace hincapie en la crítica etapa de la adolescencia, cuando en muchos casos puede decirse todo el futuro. Tal planteamiento lo lleva el director y guionista Tyson Johnston, debutante en el largometraje, al terreno deportivo de la natación, aunque lógicamente es ampliable a cualquier disciplina. Un arduo camino cuenta con la participación como productor del gran Ian Thorpe, uno de los mejores nadadores de la historia, poseedor de cinco oros olímpicos y de once oros en campeonatos del mundo. Incluso se reserva un leve cameo al final.

En términos generales estamos ante una película pequeña, con pocos elementos y bastante sencilla en su premisa. Pero al tratar un tema de tanto calado dramático como la ascendencia paterna y materna sobre los jóvenes, algo que puede hacerte difrutar de una vida feliz o por el contrario marcarte para siempre negativamente (véase los dos hermanos del protagonista), interesa lo que vemos y podemos comprender el hundimiento del joven Ben, sus luchas, sus dudas. Importa por eso el entorno para salir adelante y un abrazo puede ser el revulsivo que se necesita. Por otro lado Johnston, no se adentra en terrenos concretos sobre lo que sucedió en el pasado, sobre el trauma que arrastran todos los miembros de la familia, lo cual por una parte funciona pero por otra acentúa la levedad de una propuesta interesante pero que podría haber dado para más. Entre el reparto destaca el trabajo de Levi Miller como protagonista, aunque el secundario Jason Isaacs está igualmente muy bien en sus pocas apariciones como padre del nadador.