Violeta, el hada traviesa (2022)

Maxie está triste porque debe dejar su casa de campo, donde vive con su madre, quien ha decidido mudarse con su nueva pareja, Amir, a la gran ciudad. Allí, la pequeña compartirá habitación con sus nuevos hermanastros, Sami y Tarek. Al despertar se encuentra en su casa de muñecas a Violeta, un hada de los dientes que se ha perdido en el mundo humano, y no sabe cómo regresar a su hogar.

Producción luxemburguesa que supone el debut en la realización de largometrajes de Caroline Origer. Tiene como protagonista a un hada de los dientes, figura bien conocida por los niños de los países anglosajones, pues recoge por la noche los dientes de leche que se les han caído, para dejar a cambio un regalo. En España, los pequeños desconocen esta tradición, por lo que en la versión doblada del film se ha arreglado el problema aludiendo varias veces a que la protagonista y sus compañeros colaboran con el Ratoncito Pérez, que es quien acomete en nuestro país esta labor.

De animación brillante, cuenta con secuencias divertidas, y personajes atractivos, sobre todo Violeta, golosa y traviesa, pero con gran corazón. Aborda asuntos a la orden del día, como la dificultad para convivir en las familias cada vez más abundantes donde se mezclan hijos de diferentes relaciones, y sobre todo el ecologismo y la degradación medioambiental a la que puede llevar la avaricia corporativa. La disfrutará sobre todo el público menor de ocho años, a los que trata con respeto, sin elementos demasiado infantiloides