Somewhere Boy (2022), de Alex Winckler

Danny ha pasado toda la vida enclaustrado en una casa destartalada en medio del campo junto a Steve, su padre, con problemas mentales, que pretende mantenerlo a salvo de los ‘monstruos’ que acechan fuera. Cuando el chico cumple 18 años su progenitor muere, por lo que acaba viviendo con su tía Sue y su familia, aunque adaptarse no será nada fácil, pues desconoce cualquier cosa sobre el mundo exterior.

Pete Jackson, guionista de títulos como Mitos urbanos (2019), recibió un premio BAFTA al talento emergente televisivo, con esta sorprendente serie de ocho capítulos que duran como mucho 25 minutos. En su arranque recuerda a La habitación (2015), de Lenny Abrahamson, aunque aquí mantiene a un niño encerrado su padre, en lugar de su madre, y por causas muy distintas. Al final su tono a medio camino entre la poesía y la intriga permite a esta ficción encontrar su propio camino. Aporta una sobria reflexión acerca de cuál es la forma más eficaz de llevar a cabo la educación infantil, si conviene ilustrarles sobre los peligros del mundo o por el contrario, mantenerles al margen de la realidad, ignorantes de la muerte, los abusos sexuales y otros ‘monstruos’, una tentación muy frecuente en la sociedad actual, que ha llevado a crear una generación de cristal.

Sorprenden la profundidad con la que están descritos los personajes, sobre todo Danny, como un joven desconcertado, al que acaban de sacar de su zona de confort, donde permanecía refugiado en viejas películas de Hollywood, ajeno al sexo y a la pornografía. También está bien dibujado Aaron, el primo torpe, con dificultades para encajar, que acaba convirtiéndose en el principal apoyo del protagonista. Incluso están bien desarrolladas en flashbacks las motivaciones del progenitor, Steven, con claros problemas mentales, pero que ha mantenido a su hijo aislado como un acto de amor. Aportan aún mayor tridimensionalidad a los protagonistas unos actores muy bien escogidos, Lewis Gribben (Danny), Samuel Bottomley, (Aaron) y Rory Keenan (Steve).