Will Trent: Agente Especial (2023), de Howard Deutch

El agente especial Will Trent de la Oficina de Investigación de la Policía de Atlanta acude a una casa en donde se ha cometido un crimen. Allí siente la hostilidad de sus compañeros, pues recientemente ha levantado un caso de corrupción policial. Pero Trent tiene un eneorme prestigio investigando. Se trata de una joven asesinada en su lujoso chalet. Se da el caso de que los padres están divorciados y de que Trent conoce al padre de su época infantil. Pronto Trent se da cuenta de que las cosas o son como parecen.

El dúo formado por Liz Heldens (Mercy) y Daniel T. Thomsen (Érase una vez), ambos con una amplia trayectoria como guionistas televisivos, en varias ocasiones formando equipo, entrega ahora una serie policiaca agradable, que tiene más de comedia que de acción, aunque tenga algunos elementos dramáticos. Basada en los libros de Karin Slaughter, el estribo sobre el que se apoya todo es el personaje protagonista, lo que se dice un rarito, con traumas, deficiencias de aprendizaje, sentido del humor y mucha confianza en sí mismo, y que cuenta una aguda inteligencia deductiva. Nadie “lee” mejor el escenario de un crimen que Will Trent y eso le ha convertido en el mejor agente de su unidad. Aunque no es un tipo fácil y se ha ganado ciertos enemigos.

Los episodios de Will Trent: Agente especial tratan en general de uno o dos casos criminales que la policía de Atlanta debe investigar y resolver, lo cual en general no supone grandes elucubraciones, sino que las tramas son sencillas e incluso bastante simplonas. Porque en realidad, lo importante es el juego de relaciones que se establece entre los policías, con las parejas compuestas por Will Trent y la agente Faith Mitchell por un lado, y por Angie Polaski y el agente Michael Ormewood por otro. Se da la circunstancia de que Will y Lisa están muy unidos desde hace muchos años, ya que ambos sufrieron una infancia infeliz y compartieron la misma casa de acogida. Se conocen bien, tienen conexión y eso les ha llevado a mantener una relación sentimental intermitente, larga y poco convencional, y que da su juego a lo largo de toda la serie.

Will Trent: Agente especial cuenta con doce episodios de unos cuarenta minutos de duración cada uno. La producción es eficaz, aunque carece de alardes técnicos, grandes secuencias de acción o localizaciones impactantes. Destaca, por lo demás, el look fotográfico de marcados brillos dorados. Gran parte del buen resultado general es el elenco de intérpretes, con Ramón Rodríguez (Iron Fist) a la cabeza, el cual compone un Trent atractivo y simpático, aun con su desbordado ego y sus limitaciones. Le acompaña magníficamente Erika Christensen (Traffic), una actriz con mucho empaque pese a que no se ha prodigado demasiado en papeles de éxito. Completan el correcto reparto Iantha Richardson, Sonja Sohn y Jake McLaughlin.