Kurt Sutter

Procedente de un orfanato del barrio neoyorquino de Hell's Kitchen, la vida del boxeador Billy Hope parece un cuento de hadas. Casado con una extraordinaria mujer y con una hija, vive a lo grande en una gran mansión, merecido premio como campeón vigente de los pesos semipesados. Su mujer, sin embargo, está preocupada por los combates de su marido, por el modo que tiene de pelear, por su salud. Pero su intento por conseguir que Billy abandone el deporte profesional, aunque bien recibido por éste, va a encontrar un serio obstáculo en las malas maneras del campeón colombiano Miguel Escobar. Una muesca más en el tan hollywoodiense subgénero de las películas de boxeo, cuya temática tanto se presta a dar perfecto cumplimiento al gran sueño americano, con cuestiones como la superación de los obstáculos y la consecución del éxito, aunque no se limite únicamente al mero deporte, como bien han mostrado hondos dramas (Million Dollar Baby), modélicos biopics (Huracán Carter) o el cine negro (Cuerpo y alma), por citar algunas de las materias que rodean con mayor frecuencia el universo del cuadrilátero. En el film que nos ocupa, el propio título –Redención– no esconde por dónde va a discurrir la trama, que muestra el itinerario clásico del éxito, la fama, la caída y la recuperación, aunque dentro de un argumento familiar altamente dramático y no sólo deportivo. El planteamiento más o menos convencional en el plano pugilístico es quizá lo único achacable al film si lo que se busca es en primer lugar originalidad. Pero la novedad no es lo único que cuenta y entre esos caminos tan hollados puede encontrarse un aliento épico reconfortante, de gran humanidad, que no pasa de moda. Además aquí se habla de otros temas de fondo que hacen referencia al dolor, a la paternidad, a las dificultades para salir del pozo cuando la desgracia llama a la puerta. La seriedad del film puede comprobarse también al observar la convincente tipología de los personajes que presenta, desde los más típicos del género (el insensible hombre de negocios, el entrenador, los verdaderos amigos) a los que son más específicos: la esposa sufridora, la hija, la cuidadora social e incluso la juez. Todos son realistas, alejados siempre de simplificaciones, con reacciones naturales que los acercan a lo cotidiano y que revalorizan el fondo de la película. Ayuda a que Redención funcione más que bien que detrás está Antoine Fuqua (The Equalizer), un director con pulso narrativo contrastado, que más allá de las excelentes imágenes sobre el ring, sabe contar una historia sin dejarse llevar por efectismos. Su trabajo quizá podría haber sido más redondo en algún aspecto, como en la relación del protagonista con su mánager o en el dibujo del entrenador, pero en general sabe insuflar vida a cada escena sin que por ello tenga que forzar la emotividad o el sentimentalismo. Hay que elogiar además el intenso trabajo de Jake Gyllenhaal, en su línea habitual, así como la interpretación de Forest Whitaker.

Tras el trágico final de la sexta temporada, la banda de moteros vuelve a estar en antena para su viaje final. Las buenas intenciones de Jax (Charlie Hunnam) por sacar al club de las ilegalidades se siguen resistiendo ante las continuas dificultades que surgen a medida que avanzan los episodios. Mientras, tiene que criar a sus hijos en un ambiente hostil lleno de odio y violencia. Parece estar en un callejón sin salida. ¿Conseguirá finalmente cumplir los sueños de su padre de legalizar el club? Última temporada de la famosa serie de moteros que batió sus propios records de audiencia. En esta ocasión la trama se sigue enredando de una forma vertiginosa, aunque Sutter sabe cómo salir en cada uno de los frentes que abre con un elaborado guión. Más acción, sangre y velocidad prometen estos trece episodios finales en los que vemos de nuevo unas persecuciones de alto nivel técnico.  La tensión generada durante los primeros capítulos termina con un final muy digno, que hará las delicias de la mayoría de fans.

Jax (Charlie Hunnam) se encuentra en una encrucijada, ya que desea cortar todos los lazos que unen al club con la corrupción. A Tara (Maggie Shiff) la acusan de ayudar a SAMCRO y su condición de médico peligra. Los enemigos y algún amigo de Teller siguen al acecho para arrebatarle lo que es suyo. Las subtramas de los secundarios y conflictos con otras bandas se siguen dando en esta espectacular sexta temporada cargada de nuevas sorpresas que dejarán boquiabierto a los fans. Traiciones, persecuciones, muerte y violencia persisten en estos trece capítulos que esconden varias secuencias inesperadas. Aunque esta sexta temporada baje un poco el listón ya que el guionista, Kurt Sutter, decide enredar aún más la trama, todos los signos de identidad continúan intactos y hay varios episodios memorables. Es una tanda de capítulos con mucha acción, aunque más lenta y dialogada pero igual de efectiva, pues tuvo uno de sus mejores índices de audiencia en su primer y último episodio.

Quinta entrega de la violenta y trepidante serie de moteros que con el paso de las temporadas se iba superando. En esta ocasión la acción se centra con Jax (Charlie Hunnam) como nuevo presidente de SAMCRO. Tendrá que lidiar con las torpes actuaciones de Tig y enfrentarse a una nueva banda nunca vista: los hombres de color adinerados, cuya despiadada mente no conoce límites. Además, el transcurso de los capítulos tiene guardada una triste sorpresa para los espectadores. Es una de las temporadas más sentimentales y con mejor desarrollo de toda la producción. Sin olvidar sus señas: alocadas persecuciones con un rítmico montaje, peleas, traiciones, amor, dudas existenciales y, especialmente, sangre y más sangre. Como es normal, siempre acompañada de una precisa banda sonora, una lealtad y un código de amistad incorruptible que te hará desear ser uno de ellos.

Tras el gran e inesperado cierre de la tercera temporada, la banda de moteros vuelve en esta cuarta entrega en la que se enfrentan a un enmigo feroz: los rusos. La trama continúa su evolución, cada personaje sigue madurando a medida que pasan los capítulos, los secretos pronto comienzan a destaparse, pero con lo que no contaban los Sons es con las traiciones y mentiras que hay internamente en el grupo. Cuarta temporada de la exitosa serie de FX en la que el espectador seguirá disfrutando de los sellos de identidad de esta producción: secuencias cargadas de acción y violencia, tramas enrevesadas, códigos de amistad, valores e incluso amor. En definitiva un entretenimiento de alto nivel que no dejará indiferente a los fans.

Tras el trágico final de la segunda entrega, en esta tercera temporada cargada de tensión los acontecimientos se desarrollan entre Belfast y Charming. Nuevos enemigos, viejas heridas abiertas, celos, mentiras y como no podía faltar, mucha acción y disparos. El creador de la serie, Kurt Sutter, continúa con la misma línea que sus antecesoras. Siguen presentes los conflictos internos de los personajes, los giros inesperados de guión y esa poética visión de la vida que intenta inculcar John Teller a través de las palabras a Jax (Charlie Hunnam).

Segunda temporada de la exitosa serie de moteros que viven en un mundo despiadado y son capaces de morir y sufrir por sus compañeros. En estos episodios la trama se complica más y veremos nuevos enemigos que quieren destruir a los Sons of Anarchy.  Ahora Clay, el líder de la banda, interpretado por el rudo Ron Perlman (Hellboy), empuja al grupo hacia acciones más peligrosas e ilegales. Mientras tanto, su hijastro Jax (Charlie Hunnam), se verá atrapado en un dilema personal entre la ética de sus acciones y la lealtad al grupo. Poco a poco su relación comenzará a deteriorarse, en gran medida por culpa de Clay, desembocando en difíciles momentos para los moteros.

"Los hijos de la anarquía" es un grupo de moteros. Mediante métodos poco ortodoxos, tratarán de proteger su pueblo de los abusos de los traficantes de drogas. Además, intentan continuar con su negocio de venta ilegal de armas. Kurt Sutter, guionista de The Shield, es el creador de esta serie que ha sido definida como un cruce entre Los Soprano y Easy Rider. Ante lo que parece una producción destinada al mero entretenimiento, a medida que las temporadas van avanzando el espectador empatizará con los personajes, se hará partícipe de sus dudas morales, de lo que está bien y lo que no. A simple vista puede parecer que es vulgar y poco profunda, pero cada personaje evoluciona a lo largo de sus siete temporadas mostrando los conflictos internos que tienen sobre sus actos.  Es una serie a la que el espectador debe dedicarle su tiempo, pues no engancha desde el principio, pero si se deja llevar encontrará el encanto tras el reguero de sangre, persecuciones y violencia que deján tras de sí estos moteros.

El equipo de asalto se ha disuelto, y Vic y Shane son destinados a misiones de agentes corrientes. El capitán Acebeda tiene una nueva ocupación en el ayuntamiento de la ciudad. Impactante temporada de la serie de policías.

El detective Vic Mackey intenta que su departamento funcione correctamente. Junto con sus hombres, Mackey debe investigar a una nueva pandilla callejera, que ha adquirido en el mercado negro armamento sofisticado.Temporada clave en la innovadora serie televisiva, previa a la llegada de Glenn Close. Filmada con un realismo extremo, cercano al documental, la serie se distingue por los múltiples matices de sus protagonistas, y porque aborda sin tapujos la corrupción policial.

El detective Vic Mackey supera sus diferencias con el capitán Aceveda. Tras sus enfrentamientos iniciales, ambos empiezan a llevarse bien. Todo el equipo viaja a Tijuana para buscar al responsable de un alijo de cocaína envenenada. Estos episodios presentan a un nuevo villano, Armadillo, que dará mucho trabajo a los agentes de la policía de Los Ángeles. Además, indaga en la descripción de los protagonistas y sus problemas familiares y personales.

Para combatir el crimen, el detective Vic Mackey recurre a métodos sucios. Mackey, también padre de familia, lidera el Equipo de Asalto de la comisaría de Farmington, un distrito conflictivo. Se encargan de delitos relacionados con drogas y bandas de delincuentes. Serie coral que se desarrolla en un distrito imaginario de Los Ángeles. Sigue los pasos de una gran diversidad de personajes, algunos agentes violentos y corruptos, y otros honestos, como la capitana Claudette Wyms.