Linda Blair

El Dr. Miller y su ayudante trabajan en el instituto criogénico. Una tormenta eléctrica provoca una terrible mutación en los cadáveres congelados que guardan allí. Miller descubre que en el instituto existen personas que trafican con vísceras humanas. Subproducto de serie B sin demasiado interés, que intentaba sacarle partido a la popularidad de Linda Blair, la niña de El exorcista.

Acción y suspense sin tregua, pero anodinos, cuando una jovencita es testigo del asesinato de su novio en la autopista, y ella misma empieza a sufrir una implacable persecución.

Brenda es una simpática chica de instituto. Tiene carácter y un buen grupo de amigas, aunque ella adora sobre todo a su hermana pequeña, Heather, que es sordomuda. Por eso, cuando un grupo de maleantes violan salvajemente y dejan malherida a su hermana, Brenda entrará en cólera y decidirá tomar cartas en el asunto. Modélica película ochentera en cuanto al tratamiento explícito de la violencia y el sexo, con protagonismo para Linda Blair, la chica de El exorcista, ya bastante crecidita. El guión de todas maneras es demasiado simple y la ejecución deja bastante que desear. Funciona en cambio la vengativa secuencia del desenlace.

Carol es llevada a una cárcel de mujeres para cumplir una condena de dieciocho meses. Allí, aunque conoce a reclusas de buen corazón, como Val, pronto vivirá abusos y malas experiencias, tanto por motivo de otras reclusas, con la violenta Ericka a la cabeza, como con el personal de la prisión, con el abusador alcaide Bacman o con la segunda en el mando, Taylor, que encabeza un tinglado de drogas. Drama carcelario femenino que busca escandalizar al más puro estilo "exploitation" con variadas escenas subidas de tono y reclusas de buen ver. Llama la atención lo burdo del planteamiento cuando vemos a celadoras y supervisoras que más bien parecen ser modelos de revista. La historia atrapa lo mínimo y el reparto reúne ciertos rostros conocidos, empezando por el de la protagonista Linda Blair. La que fuera célebre niña de El exorcista está acompañada por John Vernon, Stella Stevens o Sybil Danning.

Como colofón de una fiesta universitaria, para entrar en una hermandad cuatro estudiantes novatos –dos chicos y dos chicas– deberán pasar la noche en una enorme mansión abandonada, famosa porque en el pasado se cometieron allí varios crímenes. Producto de terror típicamente ochentero protagonizado por la niña de El exorcista, una ya jovencita Linda Blair. Aunque la ambientación es correcta, el resultado es discreto debido principalmente a un guión demasiado simplón y tópico, junto con un ritmo excesivamente lento.

Julia se va a casa de su prima Raquel durante unas vacaciones de verano y aunque al principio todo parece normal, la anfitriona irá descubriendo que Julia empieza a adueñarse del hogar y de sus familiares, y que todo tiene que ver con horribles acontecimientos relacionados con brujería. La joven no verá otra solución que la de pedir ayuda a un experto en ocultismo. Pasable film de terror con un guión de aprobado. La historia merece la pena sobre todo por el trabajo de sus protagonistas, Lee Purcell (La chica del valle) y Linda Blair, que se dio a conocer en El exorcista.

Secuela de una de las películas más célebres de la historia del cine: El exorcista, dirigida por William Friedkin en 1973. Ahora, de nuevo la joven Regan (curada de su posesión) volvía a tener problemas con el demonio mediante sueños. El padre Lamont, un sacerdote con problemas de fe (Richard Burton, bastante incómodo en el papel) intentaba controlar dichas pesadillas para que el pasado no volviese a enturbiar su vida. Sin vomitonas verdes, ni babas, ni insultos, ni cabezas giratorias, esta segunda parte fue un absoluto fracaso en taquilla al optar más por la parte psicológica que por el lado bestia de la primera entrega. Incluso se intentaron dos montajes de la misma, con resultados igualmente confusos. Lo mejor era la lírica banda sonora de Ennio Morricone, aunque no pegaba nada con las imágenes. Después se rodarían dos entregas más: El exorcista III (1990) y El exorcista IV: El comienzo (2004).

En 1976, en la Uganda dominada con mano de hierro por el dictador Idi Amin, un comando perteneciente al Frente Popular para la Liberación de Palestina secuestró un avión que sobrevolaba Corinto. Su petición era clara: matarían a todos los rehenes si los gobiernos de Alemania, Francia, Suiza, Kenia e Israel no liberaban a 53 compañeros encerrados en cárceles de estos países. La intervención de las fuerzas especiales judías provocó una masacre con más de 30 muertos. Hasta aquí los hechos reales. Sin embargo, lo que el cine mostró fue una operación militar heroica en los telefilmes Victoria en Entebbe y Brigada antisecuestro, de Irvin Kershner (1977). El que aquí nos ocupa se estrenó en salas de cine en Europa gracias a un reparto de primera categoría.

El esquema de Aeropuerto funcionó tan bien que los avispados chicos de la Universal vieron la posibilidad de crear una franquicia. En este nuevo título, protagonizado por Charlton Heston, la crisis se desata cuando un avión 747 colisiona en pleno vuelo, quedándose sin piloto. Los pasajeros deberán ingeniárselas para salvar el pellejo. El film supuso la vuelta a la pantalla grande de Gloria Swanson tras veinte años de ausencia, y la actriz escribió personalmente las líneas de su personaje.

Uno de los films más terroríficos de todos los tiempos, basado en la novela de William Peter Blatty. Una niña presenta extraños síntomas físicos y mentales. Los médicos no tienen respuesta para su mal. Entonces su madre, no creyente, empieza a preguntarse si su hija estará poseída por el diablo. El padre Karras, un joven sacerdote, trata de ayudarla. Pero quizá el caso le venga demasiado grande. La fuerza de este impactante film dirigido por William Friedkin en 1973 reside en mostrar con verosimilitud un caso de posesión diabólica y los ritos católicos de exorcismo para lograr su expulsión. El buscado realismo penetra hasta los tuétanos del espectador, provocándole escalofríos. Las nuevas escenas recuperadas (11 minutos) ni añaden ni quitan nada destacable a una película que ya es un clásico por derecho propio; pero la copia es sin duda excelente, con un magnífico sonido. La llegada del padre Merrin, un veterano luchador contra el demonio (magnífico Max Von Sydow), hace que el film crezca en el sorprendente desenlace.