Miss June (2020), de Channing Godfrey Peoples

Turquoise trabaja duro para pagar las facturas, mientras sueña con que su hija gane el concurso de Miss June, certamen que la propia Turquoise ganó cuando era joven, aunque no pudo aprovechar la beca recibida para entrar en la Universidad. Pero para conseguir su propósito Turquoise tendrá que lidiar con mil y una dificultades, familiares, económicas y personales.

La directora Channing Godfrey Peoples debuta en el largometraje con una película pequeña, aunque de raza (nunca mejor dicho), pues se trata de dar visibilidad a la comunidad afroamericana de un pequeño pueblo de Texas, Fort Worth. Sirve de marco de la historia la celebración de Juneteenth, una fecha señalada en que se festeja todos los años para conmemorar el 19 de junio de 1965, día en que se proclamó la abolición de la esclavitud en Estados Unidos.

Pero la guionista y directora de Miss June viene a decir que queda aún mucho por hacer –“no existe el sueño americano, al menos para los negros”, sostiene uno de los personajes– y ofrece a tal efecto una historia humana en forma de comedia dramática con fondo optimista, aunque nunca se aleje del realismo de las dificultades vitales de las personas, sobre todo de la protagonista, mujer buena, sufridora, cuyo pasado acaba siendo una losa para ella. La cuestión de fondo no es nueva, la de la madre que busca configurar a su hija a su imagen y semejanza, proyectar en la vida de la joven lo que ella quiso para ella y el destino y los errores personales le arrebataron. Asistimos así a las cuitas cotidianas por conseguir el vestido del concurso, por pagar el alquiler de la luz, por mantener la cordura ante las difíciles relaciones con el padre de su hija, aún su marido, por sostener y aguantar a su madre alcohólica, por lidiar con otro pretendiente, etc. La narración es amable, llevadera, aunque al conjunto le falta quizá un poco de garra, pues carece de momentos genuinamente emocionantes. En cuanto al reparto, brilla la actriz Nicole Beharie como protagonista.