Modo avión (2020), de César Rodrigues

Ana es una jovencita que se gana la vida como influencer, lo que no impide que sea una verdadera adicta al teléfono móvil y a las redes sociales. Siempre pegada al celular, por ahí, además de recomendar trapitos, airea lo que se supone que es su vida, por ejemplo un romance con otro influencer. Un accidente de tráfico mientras manejaba el móvil conlleva una terrible sanción para evitar acciones penales: verse privada del teléfono, e irse una temporada a una granja con su abuelo, donde deberá desengancharse de su adicción, o sea, estar en “modo avión”.

Cinta brasileña algo pastelosa y superficial, aunque tenga la buena intención de prevenir acerca de los excesos narcisistas a que conduce un estilo de vida obsesionado por la imagen que proyectamos al exterior a través de las redes sociales, y la paradójica falta de comunicación por el uso continuo del teléfono. La vida en el campo le sirve a Ana para conocer cosas acerca de su familia que ignoraba, y para encontrar un amor más auténtico que el sucedáneo al que estaba acostumbrada. Dirige el film César Rodrigues, todo un especialista en productos del estilo del que nos ocupa en estas líneas. Y da vida a la protagonista Larissa Manoela, que empezó como estrella infantil en la televisión de su país.