White Men Can’t Jump (2023), de Calmatic

En su juventud, Kamal tenía por delante un futuro brillante como estrella del baloncesto, pero por culpa de su carácter malogró su camino. Por casualidad se topará con Jeremy, otro jugador que prometía, pero que debido a las lesiones se alejó de la competición y ahora entrena a jovencitos por cuatro duros. Aunque surge el enfrentamiento entre ellos, también Kamal y Jeremy se dan cuenta de que se complementan perfectamente en la cancha y que juntos podrían ganar un dineral en un concurso de barrio.

Aunque en teoría estamos ante un remake de Los blancos no la saben meter, en realidad hay pocos elementos en común entre esta película y esa célebre comedia ochentera que supueso uno de los primeros éxitos de las filmografías de Wesley Snipes y Woody Harrelson. Porque más allá de que está protagonizada por un blanco y un negro y que la trama gira en torno al baloncesto, poco se parece White Men Can't Jump –ignoro por qué no se ha traducido esta vez el título al castellano– a su gamberra predecesora. Por supuesto, el tono y la ambientación de la película de Ron Shelton sirven de humus para dar lugar a esta historia sobre la improbable amistad entre dos jóvenes gallitos, un blanco y un negro, ases en el baloncesto y catastróficos en su vida, pues ninguno de los dos es capaz de asumir su situación, superar traumas del pasado, enderezar su futuro o tomar partido por las personas que importan.

Se elimina en esta película la cuestión criminal presente en la original y también su tono grosero, de modo que el director Calmatic opta en su lugar por ofrecer una comedia para todos los públicos, manteniendo el tono de comedia con algunos diálogos especialmente divertidos. Por supuesto está presente el tema del racismo, pero siempre con aire de guasa, y tras las crisis y encontronazos correspondientes se ensalza sobre todo la amistad y la importancia de actuar correctamente. Los actores protagonistas son bastante desconocidos, pero hacen un buen trabajo, sobre todo quizá el blanco Jack Harlow, más graciosete, mientras que entre los secundarios destaca Lance Reddick, en una de sus últimas apariciones en pantalla y a quien está dedicada la película.