El cuerpo del delito (2011), de Nelson McCormick

La doctora Megan Hunt, una eminente neurocirujana, ha terminado trabajando como médico forense, a la vez que veía cómo su familia se descomponía, su marido se fue con su hija adolescente. Mente privilegiada, parece que los cadáveres que le toca analizar le hablaran, contándole el modo en que murieron, lo que le llevará a ser pieza clave para resolver múltiples casos criminales, ante el asombro de la policía. Curiosamente esa facilidad para tratar con muertos le falta en la relación cotidiana con los vivos, donde es tremendamente sarcástica, imponiendo su arrolladora personalidad.

Serie al estilo CSI: Las Vegas y compañeras, con la particularidad de que la doctora protagonista -Dana Delany, conocida por Mujeres desesperadas- es una especie de House con faldas afrontando muertes misteriosas desde su profesión de forense. A medida que avanza la serie se conocen las circunstancias que empujaron a la doctora Hunt a dejar de ejercer como neurocirujana, y sus problemas familiares y, en general, de trato con el resto de los seres humanos.