Corazones malheridos

Cassie, aspirante a cantautora, sobrevive con un trabajo mal pagado como camarera. Tras ser diagnosticada de diabetes tipo 1, se le acumulan los gastos médicos. Llegará a un acuerdo con Luke, joven recluta a punto de ser enviado a la guerra de Irak, necesitado a su vez de dinero, que le debe a su antiguo camello. Ambos contraerán un matrimonio fraudulento, por lo que ella recibirá un seguro sanitario que le cubre su tratamiento, y él un aumento de sueldo. Pero el ejército considera lo que han hecho un grave delito, por lo que si les descubren se les caerá el pelo.

Netflix estrena a mansalva películas románticas, casi siempre espantosas. Por una vez, la plataforma acierta con esta producción, firmada por Elizabeth Allen Rosenbaum (Sneakerella: Cenicienta en zapatillas) que quizás no renueve el género, pero ofrece suficientes elementos de interés para mantener la atención del respetable. Para empezar, plantea la relación entre una pacifista y un soldado firmemente convencido de que está defendiendo a su país. Se habla también de las relaciones paterno-filiales, que sobreviven a las situaciones más extremas. No se profundiza en nada, pero al menos no se trata de un film vacuo.

Además, la trama principal se sostiene porque los personajes están bien descritos, y ganan con la interpretación de Nicholas Galitzine y la más popular Sofia Carson, estrella de Los descendientes, de Disney Channel. Esta última es la auténtica estrella, pues interpreta cuidados temas musicales que se supone que compone su personaje, entre ellos el pegadizo "Come Back Home", que su personaje dedica a su falso marido. No resulta satisfactoria la traducción del título original, Purple Hearts, que hace referencia a una condecoración militar, por el insulso Corazones malheridos.