La brigada de la cocina (2022), de Louis-Julien Petit

La chef Kathy Marie abandona su trabajo en un lujoso restaurante por desavenencias con su jefa. Kathy Marie es muy consciente de su talento y no soporta que le digan lo que tiene que hacer con sus platos. Piensa que podrá encontrar trabajo con facilidad, pero la realidad es otra muy distinta y, aunque herida en su amor propio, acabará aceptando un puesto de cocinera en una albergue social para menores inmigrantes.

Agradable comedia francesa de corte social que usa el tema gastronómico como nexo de cohesión. Tras Las invisibles, vuelve el director y guionista Louis-Julien Petit a fijarse en la delicada y miserable situación en que viven muchos desfavorecidos en su país. Si en la anterior pelicula su mirada iba dirigida a las mujeres de mediana edad, en La brigada de la cocina centra la atención en los chicos jóvenes, en su mayoría inmigrantes africanos, que acuden a Francia para encontrar una educación adecuada y una vida próspera pero que muchas veces les sigue siendo esquiva. Hay en el planteamiento de fondo una sentida crítica a las políticas de integración galas, a las dificultades que encuentran los extranjeros para poder forjarse un futuro, con trabas administrativas a veces insalvables.

Quizá el resultado de La brigada de la cocina no acaba de ser redondo de todo. La historia está bien planteada y cuenta con elementos antropológicos de interés, pero la sensación es que podría haber dado para más. Quizá su carácter algo coral hace disminuir la tensión dramática de las historias de los chavales, a quienes apenas conocemos, mientras que la relación de Kathy con el gerente del centro también queda algo coja. Sí está bien retratada la evolución interior de la protagonista, una mujer que de pensar únicamente en su éxito profesional abre los ojos a la realidad ajena y acaba hipotecando su futuro por los demás. Este enfoque llega al espectador y regala algunos momentos especialmente emotivos. Por su parte, la actriz Audrey Lamy repite con el director y ofrece una interpretación correcta, mientras que sabe a poco la presencia del gran François Cluzet.