El sabor de las cosas simples (2023), de Slony Sow

Gabriel Carvin es considerado el mejor chef de Francia, pero su vida personal y familiar deja mucho que desear. Su hijo mayor trabaja con él en su restaurante, el Monsieur Quelqu'un, pero el joven se siente abrumado por la personalidad arrolladora de su padre y es incapaz de desarrollar su talento. Su mujer le engaña con un famoso crítico culinario, cosa que él acepta con extraña pasividad. Sólo parece irle bien con su hijo más joven, un chaval de gran vitalidad ajeno al mundo de la gastronomía. En esta situación, Carvin sufrirá un grave fallo cardiaco y está a punto de morir. Ya recuperado, decidirá que quizá le vendría bien cambiar de aires y entonces marcha a Japón para conocer el secreto de un plato, el umami, que muchos años atrás ganó el primer premio de un concurso en que Carvin quedó en segundo lugar.

Una película agradable. Como suele suceder en el cine que gira en torno a la cuestión culinaria El sabor de las cosas simples habla de la obsesión por el trabajo y la búsqueda excesiva de perfección, actitudes que pueden tergiversar el orden de valores y hacernos descuidar las cosas más importantes de la vida, como la familia, la amistad, la generosidad y los pequeños placeres. En este sentido la película escrita y dirigida por Slony Sow resulta bastante típica y el desarrollo de los acontecimientos y relaciones entre personajes, tanto en Japón, como en Francia, es previsible, impresión favorecida por el tono optimista del conjunto y por un guión donde las cosas encajan muy bien, hasta calculadamente bien. Funciona adecuadamente además la estructura del relato en dos líneas narrativas, la protagonizada por la familia japonesa y la que tiene lugar en Francia. Por lo demás hay escenas especialmente simpáticas, como las que hacen referencia a la procedencia de los sabores nipones, con tipos y tipas muy singulares.

Aunque, claro, para peculiar ahí está en primer lugar el orondo actor Gérard Depardieu. No desaprovecha un papel que le viene al pelo y desde luego no nos cuesta creer que lo que más le gusta sea comer. Del resto del reparto quizá destaque más la sección francesa, con Sandrine Bonnaire como la estirada mujer y el jovenzuelo Rod Paradot como el resolutivo hijo pequeño, aunque también tiene su presencia el veterano Pierre Richard como el mejor amigo de Carvin.