La fiebre de los peluches Beanie (2023), de Kristin Gore

Película de corte empresarial, que pone el foco en la burbuja que fue el negocio de los muñecos de peluche fabricados por Ty Inc., donde sobresalía la línea Beanie, que hicieron furor en Estados Unidos en el cambio del siglo XX al XXI. Con tono a ratos algo disparatado, apunta a que el dueño Ty Warner, al que se pinta como un egocéntrico inmaduro, no fue el único responsable del éxito temporal de la compañía, sino que también habrían sido determinantes tres mujeres, Robbie, Sheila y Maya, con las que habría sido injusto, y que acabarían dándole una lección.

Resulta difícil saber hasta qué punto el film dirigido por los desconocidos Kristin Gore y Damian Kulash, que parten de un libro de Zac Bissonnette, se ajusta a los hechos reales, pues el tinte de empoderamiento femenino y venganza es bastante obvio, y ya se aclara nada más empezar que se han tomado algunas libertades.

Sea como fuere el film, narrativamente desestructurado, que recurre ocasionalmente a la voz en off de las tres mujeres coprotagonistas, se sigue con interés, por el dibujo de la estrategia de negocio, la importancia que cobra el incipiente internet, con un website llamado eBay, y el papel de los coleccionistas. Algunas ideas funcionan muy bien, como el arranque de un accidente en la autopista, en que la mercancía de peluches Beanie de un camión queda desparramada por el asfalto, provocando la histeria de los conductores detenidos, que tratan de apropiarse de alguno de los muñecos. También tienen encanto las hijitas de Sheila, que creen encontrar un papé en Ty, y que ayudan con sus ideas infantiles en la creación de algunos de los peluches.

El cuarteto actoral, Zach Galifianakis, Elizabeth Banks, Sarah Snook –en alza por la serie Succession– y Geraldine Viswanathan, hace un buen trabajo interpretativo. Logran que la arriesgada combinación de drama con un punto de comedia, funcione razonablemente, aunque sus personajes no dejan de ser algo esquemáticos.