La inspección (2022), de Elegance Bratton

Ellis French, un veinteañero afroamericano gay, vive en la calle desde hace años, y puede que haya tocado fondo en su marginalidad, donde su madre, Inez, no acepta su inclinación sexual. Como último remedio para tratar de salir del pozo, ingresa en los marines. Y aunque sin duda se esfuerza en la dura formación que le imparten, dirigidos por un tiránico sargento, y lo hace mejor que la mayoría, a la dificultad del entrenamiento se suma el rechazo que produce su homosexualidad, por la que sufre vejaciones, aunque también se lleva alguna que otra sorpresa en la lealtad de algunos de los reclutas aspirantes.

Película de tintes autobiográficos del director y guionista Elegance Bratton, que sirvió en los marines entre 2010 y 2015, y que dedica el film a su madre. Tiene Bratton la inteligencia de emplear un tono sobrio en su film, evitando maniqueísmos fáciles, y subrayando los momentos dramáticos de la incomprensión, sobre todo los relativos a la madre, en el arranque y en el desenlace que tiene lugar en el día de la graduación. Por supuesto es un film contado desde el punto de vista de Ellis, que quiere reafirmar su homosexualidad, pero no como una bandera, él quiere servir como marine, y tener una relación con su madre lo menos tóxica posible, en que quepa el amor mutuo más allá de las incomprensiones.

Gran parte del relato lo constituye la formación del protagonista como marine, y la relación con su sargento e instructor, y el resto de camaradas, cuestiones vistas en muchos títulos, como El sargento de hierro, o La chaqueta metálica, y que acaban siendo algo reiterativas. La novedad estaría en incidir en la homosexualidad, que en la época habría que disimular, aunque en la práctica existiera y se tolerara, aunque con un abanico graduado de discriminaciones y burlas si salía a la luz. El film trata de ser más o menos delicado en los pasajes en que asoman cuestiones sexuales, pero sin duda que pueden ser molestos. También, aunque sin grandes aspavientos, se sugiere que la religión puede motivar un rechazo, y de hecho en un momento dado el protagonista se queja de la asistencia poco menos que obligatoria a un servicio para cristianos. El reparto está bien, especialmente Jeremy Pope y Gabrielle Union, hijo y madre.