Marcel, la concha con zapatos (2022)

Tras su divorcio, el director de cine Dean se muda a un apartamento de alquiler. Allí, se encuentra con Marcel, una concha parlanchina con un único ojo que calza zapatos. Decide rodar sus peripecias para exhibirlas online. Frente a las cámaras, el curioso protagonista contará que antaño vivía con los suyos, pero el anterior inquilino se los llevó por error en la maleta, dejándole sólo a su abuela. El realizador decide ayudarle a reencontrarse con los suyos.

Debut en el largometraje de Dean Fleischer-Camp, que pese a su falta de medios ha logrado una candidatura al Oscar al mejor film de animación, y un contrato con Disney para el remake en imagen real de Lilo & Stitch. Recupera al personaje que creó con su coguionista Jenny Slate, que también le pone la voz, para una trilogía de cortos. Recurre a la vieja técnica del stop-motion para dar vida a los personajes irreales, muy bien integrados con personajes humanos. Resultan llamativos hallazgos como el automóvil del personaje central, creado a partir de una pelota de tenis, o la cuchara y el contrapeso que éste utiliza para subirse a plataformas elevadas.

Al principio puede parecer que la idea no da para un film de noventa y tantos minutos. Aunque resulta para el público familiar, a veces tiene un tono un poco pretencioso, propio de la productora, A24, responsable de Todo a la vez en todas partes. Pese a todo, el personaje central desborda optimismo a la hora de hablar sobre temas de altura como la muerte y las relaciones familiares, por lo que acaba ganándose al público.