El chico malo (2022), de Giancarlo Fontana

El fiscal siciliano Nino Scotellaro ha dedicado toda su vida a luchar contra la mafia. Casado con Luvi Bray, hija de un magistrado asesinado por los hombres del mafioso Mariano Suro, ha dedicado muchos esfuerzos a cazarle, pero éste siempre ha logrado escapar. Inesperadamente, a Scotellaro le acusan de pertenecer a la delincuencia organizada, así que acabará fingiendo su muerte, para cazar a Suro a su manera, adoptando la identidad de Balduccio Rémora, matón que tratará de escalar puestos dentro de la organización de su enemigo.

La italiana Ludovica Rampoldi, guionista de la serie Gomorra, ha creado con Davide Serino y Giuseppe Stasi una ficción de seis capítulos que parece mezclar aquélla con El fugitivo. Quizás el punto de partida no parezca demasiado original, sin embargo el desarrollo destila frescura, con subtramas bien desarrolladas, un ritmo ágil y elementos de humor negro que resultan bastante eficaces.

Luigi Lo Cascio, inolvidable protagonista de La mejor juventud, resuelve muy bien la difícil papeleta de dar vida a Scotellaro, un tipo recto que sin embargo finge haberse convertido en el chico malo al que alude el título. Claudia Pandolfi (La prima cosa bella) da el tipo como Luvi, esposa del personaje central. Por último, Antonio Catania tiene mérito con su interpretación, deliberadamente exagerada, del mafioso Suro.