Entre reja y reja

Peculiarísima comedia que al modo de falso documental nos introduce en el día a día de la prisión de mujeres de HMP Woldsley, en Inglaterra. Allí una cámara rueda a las presas, pero también a los empleados y guardas del lugar, especialmente a su directora Laura Willis, quienes narran mirando a la cámara sus ocurrencias, el estado de su situación, los problemas de la prisión, etc. En realidad, es un decir, porque la serie es una ida de olla completa, una acumulación de “sketches” con una puesta en escena al estilo sitcom, en donde diferentes personajes se dedican a decir sandeces, hacer tonterías, contar chistes malos, etc.

Entre reja y reja podrá hacer reír a algunos espectadores, pero no da para mucho. En los seis capítulos de que consta, de menos de media hora de duración cada uno, no hay un guión propiamente dicho, una línea argumental que se precie, aunque cada episodio estribe más o menos sobre una idea: un corte de agua, la pérdida de unos envíos de arcilla, algunas políticas penitenciarias que quieren fomentar la participación de las presas, etc. Quizá el mayor peso de fondo lo tenga la puesta en marcha de un musical para entretenimeinto de las internas –"sin creatividad no hay rehabilitación", repite la directora–, pero aún así todo resulta un poco anárquico y arbitrario.

En cualquier caso, la serie es un vehículo para el lucimiento completo de su creadora y directora, la comediante Catherine Tate (Los viajes de Gulliver), quien además de escribir el guión también encarna nada más y nada menos que a ¡seis personajes diferentes!, incluida la directora de la cárcel. Además de un laborioso proceso de maquillaje, hay que reconocerle su audacia y su esfuerzo interpretativo. Lástima que no sirva para elevar demasiado el resultado.