Showtrial

Una joven universitaria ha desaparecido después de trabajar como camarera en un baile que se celebraba en el campus. Se convierte en sospechosa del suceso Talitha Campbell, una compañera arrogante, hija de un importante promotor inmobiliario con el se lleva muy mal, que le envió mensajes amenazantes al móvil, y que se burlaba de ella con frecuencia en el día a día universitario. Como no quiere ayuda de su adinerada familia, Talitha recibe la asistencia de Cleo Roberts, abogada de oficio que tenía por delante una prometedora carrera, pero que se malogró. La inspectora que lleva el caso, Paula Cassidy, va reuniendo evidencias que apuntan a la culpabilidad de Talitha, lo que promete un caso ante los tribunales que promete ser muy mediático.

Thriller policíaco y judicial escrito por Ben Richards, especialista en el género, él se ocupó entre otros de The Tunnel, la versión británica de Bron: El puente. Miniserie compuesta por cinco capítulos, está llevada con buen ritmo por Zara Hayes. Los mimbres son bastante clásicos: caso con sospechosa principalísima, policía concienzuda, abogada que tiene dificultades para conectar con su cliente, familia que intenta ayudar sin conseguirlo. Se van presentando los personajes, con sus rasgos y relaciones interpersonales.

Quizá el elemento distintivo y algo diferente de la serie se encuentra en la personalidad insoportable de la consentida Talitha Campbell, el hecho de ser alguien de la alta sociedad, cínica y sin aparentes valores, acostumbrada a lograr lo que quiere, que odia a su padre, y que fácilmente hiere a los demás sin importarle. De modo que las dudas no son sólo acerca de su inocencia o culpabilidad, sino de si asomarán en algún momento restos de humanidad, de empatía con alguien distinto de sí misma, o si sentirá algo cuando sepa lo ocurrido con la desaparecida, o del dolor de la familia de la joven. Y en tal sentido la actriz que la interpreta, Celine Buckens, hace un estupendo trabajo.