Fresh

Puesto que tiene serios problemas para encontrar pareja, Noa recurre a aplicaciones de citas, con desastrosos resultados, pues por ejemplo se encuentra con tipos que le mandan fotos de su pene. De forma inesperada, conoce en el pasillo del supermercado a Steve, un cirujano inteligente, atractivo, encantador y amable, que responde a lo que ella esperaba encontrar en un hombre. Sobre todo le sorprende que sepa escucharla, así que enseguida comienzan a salir, pese a que Molly, la mejor amiga de Noa, la avisa de que no tiene presencia en redes sociales, lo que en pleno siglo XXI se podría interpretar como una señal de alarma.

Debut como realizadora de Mimi Cave, que proviene de los videoclips musicales, lo que se nota en su cuidada estética. Aporta cierta frescura a un esquema típico de películas como La mano que mece la cuna y variopintos telefilmes, donde un personaje cercano, en este caso el novio ideal, resulta que esconde terribles secretos. Añade un mensaje feminista, que trae a la memoria la muy superior Una joven prometedora, pues alerta de la actitud tóxica de parte de la población masculina, que se comporta con egoísmo, y dando rienda suelta a sus bajos instintos en el mundo de las citas modernas.

La tal Cave tiene talento para crear escenas de suspense, y aprovecha muy bien al reparto, encabezado por Daisy Edgar-Jones (Normal People), que compone bien a una mujer autosuficiente, pero que esconde puntos vulnerables. A Sebastian Stan (Capitán América: El Soldado de invierno) no se le da mal dar vida al hombre en apariencia amable que esconde en su interior a un auténtico psicópata. Charlotte Le Bon da la talla como Molly. Al guión le falta rematar con un buen final, y presentar algún personaje masculino con algún punto positivo, para no dejar la sensación de que todo resulta demasiado estereotipado.