Project Wolf Hunting (2022), de Kim Hong-sun

Corea llega a un acuerdo con Filipinas para extraditar a sus delincuentes connacionales que hayan sido detenidos allí. A los primeros afectados por el acuerdo se les traslada en avión, pero en el aeropuerto aparece la víctima uno de los criminales recién llegados, que se venga de él haciendo estallar una bomba que causa numerosos muertos. No queda otra que llevar al siguiente grupo de criminales, 47 tipos peligrosísimos liderados por el psicópata Park Jang-du, en un carguero, un medio de transporte más seguro. El capitán de la policía Lee Seok-woo debe ocuparse de que la embarcación llegue a puerto, pero tendrá que hacer frente no sólo a una fuga masiva, sino también a la amenaza de un supersoldado con ganas de sangre oculto a bordo…

Los incondicionales del cine surcoreano, tan de moda en los últimos tiempos, lo pasarán a lo grande con este thriller con toques fantásticos que escribe y dirige un tal Kim Hong-sun, cuyos títulos de crédito incluyen un capítulo de La casa de papel: Corea. Logra una factura impecable, y como otros de sus compatriotas se emplea a fondo a la hora de conseguir secuencias de acción vistosas, si bien no se corta a la hora de mostrar brutalidades, hasta tal punto que hace falta un estómago de hierro para seguir la cinta hasta el final. Gran parte del presupuesto se ha debido ir en sangre artificial comprada a granel.

El guión no se preocupa demasiado de que lo que ocurre en la pantalla resulte coherente. Los actores exageran muchísimo, sobre todo Park Ho-San, que no para de fruncir el ceño y hacerse el duro para dar vida a Lee Seok-woo, una especie de versión coreana de Harry el sucio. El final completamente abierto advierte de que no tardará en llegar la secuela.