Sobredosis (2022), de Olivier Marchal

En una pequeña población de Marruecos, un tipo es salvajemente torturado. En Alcázar de San Juan, en España, Reynal, un presidiario sale en libertad, y le recibe el sicario de los narcos Eduardo Gracia, que lo conduce hasta Cataluña hasta el gran capo Alfonso, para que participe en una importante operación. En París, el inspector de policía Richard Cross investiga el asesinato de dos adolescentes de origen marroquí, que estaban ingresados en un hospital. Y la inspectora Sara Bellaïche está detrás de dar un gran golpe al narcotráfico, gracias a un confidente infiltrado en la banda de los traficantes.

Enrevesada película francesa basada en una novela de Pierre Pouchairet, con valores de producción importantes, pero que no se aprovechan suficientemente, cuesta seguir el largo film, que además ofrece un festival gratuito de violencia y abundante sexo, bastante desagradables e innecesarios.

Olivier Marchal, director de thrillers policiacos notables como Asuntos pendientes y Los lioneses entrega un film con algunos pasajes logrados, como el del encontronazo con la guardia civil en un desplazamiento, pero otros no tanto, aparte de por lo citado, por deslizarse en el terreno del cliché en el retrato de los narcos –hasta hay una broma acerca del si interpretado por Carlos Bardem se cree el mismísimo Pablo Escobar, y Alberto Ammann– y en el conato de subtrama romántica entre los policías interpretados por Sofia Essaïdi y Assaad Bouab.