Centauro

Rafa sueña con convertirse en piloto profesional de motociclismo. Por desgracia, la vida tiene reservado algo distinto, ya que se verá obligado a prestar sus servicios a unos narcotraficantes para saldar una deuda que ha contraído la madre de su hijo.

El prolífico Daniel Calparsoro está al frente del remake de la cinta francesa Burn Out, que a su vez adaptaba una novela de Jérémie Guez. Introduce algunas leves notas de denuncia social, al presentar a personajes desfavorecidos, y describe con trazo grueso a los personajes, lo mínimo para que el público desarrolle algo de empatía. Sin embargo, el realizador tiene claro que le interesa sobre todo firmar espectaculares secuencias de motos, como ya hiciera en su film Combustión. Lo cierto es que se le dan bien, sobre todo una que tiene lugar en plena revuelta independentista en Barcelona, digna de los mejores realizadores de Hollywood especializados en cine de acción.

Àlex Monner se ha esforzado por dotar de tridimensionalidad a su personaje, Rafa, pese a la simpleza de éste en el guión. Quizás la otras veces convincente Begoña Vargas fracasa, pero es que lo tenía todo en contra.