¡Qué susto, tía!

Erika y Gia son dos amigas del alma, a punto de terminar el instituto, que responden a la perfección al concepto algo simplificador de “pringadas”, al parecer se han ocupado todo el tiempo de recibir la mejor educación, y se han perdido la mejor parte de la vida, que como todo el mundo sabe son las fiestas, las juergas, el alcohol, el ligoteo... Pero a seis semanas de graduarse aún están a tiempo de poner remedio al problemilla, y el caso es que acuden a un fiestón, y se convierten en superpopulares. Pero cuando vuelven de noche a casa algo bebidas, a una la atropellan y le cae un alce encima, está muerta, pero al mismo tiempo está ahí en forma de fantasma.

Tontorrona serie para adolescentes, teóricamente, a los que trata como descerebrados con sus bromas facilonas, que mezclan el estilo de Súper empollonas, con las comedias fantasmales. Está creada por el trío conformado por Erin Ehrlich, Lauren Iungerich y Tim Schauer conocidos por sus contribuciones a “joyitas” como La chica invisible y Diario de una futura presidenta, dirigidas también al público “teen”.

No acaba de funcionar el punto de partida, porque no deja claras las reglas que rigen para los fantasmas, lo que tiene al espectador bastante desconcertado todo el tiempo. Por otra parte, las situaciones de “insti” son algo estereotipadas, los pocos adultos parecen más infantiloides que los hijos, y las alusiones sexuales resultan sonrojantes, véase el parto en jacuzzi de una adolescente, que se menciona del mismo modo en que alguien podría haber dicho “parece que va a llover mañana”, muestra de surrealismo barato que se diría concebida bajo el efecto de sustancias tóxicas. Protagonizan Lana Condor y Zoe Margaret Colletti.