Peter Thomas

Continuación de La cruz de hierro, filme que transcurría en la Segunda Guerra Mundial dirigido por Sam Peckinpah en 1976. En realidad, esta nueva entrega seguía las andanzas del protagonista del primer filme, el sargento Steiner (entonces encarnado por James Coburn y ahora por Richard Burton), que había sobrevivido en el frente y ahora, desencantado por el rumbo de la contienda, preparaba un atentado para matar a Hitler. Con producción alemana –su título original germano es Steiner- das eiserne kreuz 2. teil– lo cierto es que se limitaba a copiar esquemas sangrientos de películas bélicas sin mucho talento por parte de su director Andrew McLaglen. Lo más interesante es su reparto, con un puñado de viejas glorias de Hollywood como el mencionado Burton, Robert Mitchum y Rod Steiger, además de los alemanes Curt Jurgens y Helmut Griem.

El ejército alemán se retira de Rusia tras sufrir el desastre de Stalingrado. Pero hasta el frente llega un oficial prusiano dispuesto a ganar la Cruz de Hierro. En el camino tropezará con el pelotón de Steiner, un sargento alemán que desprecia la guerra, y no soporta el ansia de gloria en la batalla. Sam Peckinpah (Grupo salvaje), que filmó esta película en 1977, hace honor a su fama de director violento y ofrece una visión absolutamente antirromántica de la guerra, con escenas brutales y una intención clara: mostrar el sinsentido de la guerra. Magnífico James Coburn.

Eva, una joven que sufre de ansiedad y estrés, es enviada a una finca de reposo para mujeres. Allí muy pronto se dará cuenta de que ocurre algo raro. En esa localidad hay una casi total ausencia de hombres y las mujeres lo dominan todo. Poco a poco se dará cuenta de que son ellas las que los matan. En realidad, se comportan como las mantis religiosas: seducen a los hombres y luego los devoran. Cinta setentera de fallido guión, trama muy poco elaborada, paupérrima factura visual y abuso de angulaciones y efectismos varios, con sonido electrónico pasado de moda. El reparto contiene nombres europeos de cierta entidad, pero el resultado es decepcionante.

Una de robos a la antigua usanza, con guión intrincado y atractivo, joyas de gran valor y elegancia en la planificación de los atracos. Con buen dúo protagonista, George Hamilton y Joseph Cotten, y la aparición en breves cameos de actrices 'víctimas' como Zsa Zsa Gabor, Carroll Baker o Lilli Palmer. Jack de Diamantes (Hamilton) es un ladrón de guante blanco que acaba de robar las joyas de la famosa actriz Zsa Zsa Gabor. Al cabo del tiempo se encontrará con su mentor, llamado el As de Diamantes (Cotten). Los dos, junto con otra nueva autoridad en el oficio del robo, planearán dar un nuevo y sofisticado golpe...

Un millonario muere en accidente aéreo y sus restos son irreconocibles. Tampoco se ha encontrado el anillo con un escorpión que siempre llevaba consigo. Cuando se celebra el funeral, una siniestra risa procedente de su ataúd, desata las especulaciones. Y una extraña muerte, con veneno de escorpión hace que algunos hablen de que el difunto se ha convertido en zombi. Uno de los títulos de Edgar Wallace en que juega con la credulidad de la gente, para acabar dando al caso una explicación racional.

El vaquero Old Firehand y el indio Winnetou deciden echar una mano a unos aldeanos mexicanos que están siendo hostigados por unos bandidos. Film alemán de bajo presupuesto con protagonismo de los famosos personajes del Oeste americano creados por el novelista Karl May. Como es habitual Winnetou está encarnado por el actor Pierre Brice. La película se conoce también con el título en castellano de "Hombres desesperados".

Apasionante título de la colección de Sherlock dedicada a los relatos de Edgar Wallace. La trama gira en torno a un testamento desaparecido y los crímenes que comete un tipo embozado en el hábito de un monje con la curiosa arma de un látigo. 

El criminal conocido como `El Brujo' es sospechoso de varios asesinatos. Como el inspector Wesby cree en su inocencia, accede a colaborar con él para detener al verdadero culpable. Edgar Wallace da la vuelta a la tortilla en este relato que recupera a uno de sus villanos, `El Brujo'.

Uncas, el hijo del Gran Jefe Chingachgook, único superviviente de los indios mohicanos, continúa la lucha junto al hombre blanco, entre ellos su hijo adoptivo Hawkeye. Poco inspirada adaptación europea de la famosa novela de James Fenimore Cooper, que ha corrido mejor suerte en otras ocasiones.

La secretaria de un abogado londinense aparece muerta. Lo que no sabe el asesino es que la difunta era hermana de 'El Brujo', un criminal australiano que buscará venganza. Para más inri, 'El Brujo' es un mago del disfraz, por lo que Scotland Yard anda, literalmente, de cráneo. La enrevesada trama prueba una vez más la fértil imaginación de Edgar Wallace.

Un anciano lord acaba de morir. Para que puedan recibir la anhelada herencia, los seis posibles herederos deberán pasar una semana encerrados en el castillo del difunto. Allí, aislados, empiezan a sucederse los crímenes. Previsiblemente uno de los herederos no desea compartir los bienes del lord con los otros. Edgar Wallace sigue aquí una pauta que recuerda a Diez negritos, de Agatha Christie.

Un miembro del Parlamento británico recibe la inesperada visita de un viejo conocido, a quien ayudó a escapar hace veinte años, cuando cometió un atraco. Ahora regresa con amenazas a la hija del parlamentario, y exige una reunión en el reservado de un tuguro nocturno. Nuevas dosis de intriga servidas por Edgar Wallace, en el mundo de la alta política.

El inspector Martin investiga el asesinato de un tipo por un desconocido que pretendía robarle una llave. Tras Los ojos muertos de Londres, Alfred Vohrer dirige otra adaptación de una obra de Edgar Wallace.    

Una banda de delincuentes comete sus delitos en Londres dejando tras de sí, como señal, la marca de una rana. Scotland Yard trata de averiguar quién anda detrás de todo. Apasionante film de la serie alemana de suspense basada en relatos de Edgar Wallace.