El fantástico viaje de Margot y Marguerite (2020), de Pierre Coré

Marguerite, una adolescente de 12 años, vive en la Francia ocupada por los nazis en 1942. Mientras trata de dar con el paradero de su padre, posiblemente arrestado por los invasores, da casualmente con un baúl mágico. Al meterse en su interior se intercambia con Margot, una chica de su misma edad que vive en 2018. En el mundo moderno, Marguerite tratará de averiguar el paradero de su progenitor, con la esperanza de que siga vivo, mientras que Margot se siente mucho más feliz en el pasado, alejada de su padrastro, con el que no se lleva demasiado bien.

Tras la cinta de animación Sahara, Pierre Coré dirige su primera película de imagen real, que adapta una obra firmada por Vincent Cuvellier y Benoît Robin. Quizás falte algo de precisión en la reconstrucción histórica, y el choque de épocas podría haber dado lugar a más momentos humorísticos. Sí que se aprovecha la premisa en momentos eficaces, como cuando la chica del pasado se enfrenta a un ordenador actual, o la del futuro escucha rap en los años 40. Además, se agradece que el realizador no se meta en grandes berenjenales, en todo caso incluye una pequeña reivindicación feminista, pero tiene muy claro que pretende filmar una cinta familiar completamente blanca.

Consigue conmover cuando subraya la importancia de la figura paterna para las dos protagonistas. Abundan las referencias a cuentos tradicionales, a novelas de Ernest Hemingway y a películas como Terminator, con la que comparte la temática de los viajes en el tiempo. Resulta meritorio el trabajo de la joven Lila Gueneau en el doble papel de la decidida pero ingenua Marguerite y la rebelde Margot. Clovis Cornillac demuestra de nuevo su buen hacer aportando bastante humor como un tipo bastante torpe.