El visitante del futuro (2022), de François Descraques

La joven Alice se opone a la construcción de una central nuclear impulsada por su padre, miembro del parlamento. Pero aparece un extraño visitante del futuro que la lleva a 2555, donde la Tierra ha sido devastada por la explosión de esa misma planta atómica. Sólo asesinar a su progenitor impediría que sucediera la catástrofe.

El francés François Descraques debuta como realizador de largometrajes con esta versión para la pantalla grande de su web-serie homónima, que al parecer ha tenido repercusión en su país. Cuenta con un presupuesto muy bajo, problema que apenas logra disimular, por ejemplo en los decorados algo cutres, y el argumento copia sin pudor a Terminator y otras grandes superproducciones de Hollywood.

Sin embargo, el film tiene cierto encanto artesanal, y se disculpan los defectos por su falta de pretensiones, su tono para todos los públicos y un sano mensaje ecológico. Encabezan el reparto los totalmente desconocidos Enya Baroux, en la piel de Alice, y Florent Dorin, el visitante. Aunque derrochan entusiasmo, se les ve un tanto verdes todavía. Para disimular, se ha fichado a Arnaud Ducret y otros veteranos secundarios del cine galo, que tienen mucho más nivel.