En caída libre (2022), de Didier Barcelo

Tras un ataque de pánico, la estresada enfermera de mediana edad Louise se siente incapaz de salir de su coche. Decide vivir todo el tiempo en el interior, renunciando a su puesto de trabajo. Sin darse cuenta de su presencia, robará el vehículo Paul, joven obsesionado por vengarse del asesino de su hermano.

Se echan de menos las comedias de Hollywood que tengan un punto de partida mínimamente original y que después sepan aprovecharlo. Lo contrario que el francés Didier Barcelo, en su debut como realizador y coguionista, ligero y sin pretensiones pero bastante ameno. Sobre todo consigue el ritmo frenético propio de la época de las screwball comedies, y aprovecha de sobra los giros locos, los excéntricos personajes y los eficaces diálogos. Abundan las secuencias realmente tronchantes, sobre todo la interacción de los personajes centrales con un psicoanalista.

Marina Foïs, que ha triunfado en España con un papel muy dramático en As Bestas, demuestra su buen hacer también para la comedia con un personaje abocado a una situación surrealista –vive continuamente en un Volvo–, pues logra crear la sensación de que todo parezca absolutamente normal. Contrasta muy bien con el menos conocido Benjamin Voisin, que compone a Paul como un chico impulsivo, y zafio, con sed de venganza. El acercamiento progresivo entre ambos personajes está bien construido. Abundan los secundarios con gracia, que sacan punta a personajes estrafalarios.