El día de la bandera (2021), de Sean Penn

Jennifer acude a la comisaría. Su padre ha sido objeto de una violenta persecución policial porque llevaba tiempo falsificando billetes. Es el final de un largo camino de delincuencia, de trapicheos y negocios turbios, algo que ha vivido Jennifer desde niña, junto a su hermano Nick y su madre. Pero era Jennifer quien tenía una estrecha relación con su padre y siempre luchó para que cambiara de vida.

Drama sobre la difícil y dolorosa relación entre un padre y su hija. Sean Penn dirige y protagoniza está agridulce historia que lleva a la pantalla la historia real escrita por la periodista estadounidense Jennifer Vogel. El también productor Sean Penn ha debido de sentirse conmovido con estas trágicas relaciones paternofiliales, pues ha implicado en el proyecto a sus propios hijos, nacidos de su matrimonio con su ex esposa Robin Wright. El hijo adulto está encarnado por Hopper Penn, aunque todo el protagonismo se lo lleva, claro, Dylan Penn, que interpreta a Jennifer con una intensidad magnífica; sin grandes alardes transmite una veraz evolución y sabe entrar en el corazón del espectador.

La narración de El día de la bandera se toma su tiempo para cobrar entidad y con frecuencia y ya desde el comienzo escuchamos la voz en off de la autora, que rememora la historia con su padre y que los guionistas han mantenido quizá para unificar y aportar autenticidad. Así las imágenes recogen acontecimientos de diferentes épocas, los 70, los 80, los 90, al tiempo que Jennifer va creciendo y sufre la separación de sus padres y sus propias crisis personales. Por supuesto, en el centro está la complicada convivencia con su padre, delincuente y mentiroso compulsivo a quien su hija intenta por todos los medios llevar por el buen camino.

Penn vierte este material con un tono visual elegíaco, usando flashes, primeros planos, cámara en movimiento y película con grano que emula a las viejas grabaciones hechas con “toma vistas” y que nos trasladan al territorio del pasado con imágenes estupendamente fotografiadas por Daniel Moder y a menudo salpicadas de evocadoras canciones de Cat Power y Glen Hansard. Entre el reparto, destaca a demás la breve presencia de intérpretes de la talla de Katheryn Winnick, Josh Brolin o Eddie Marsan.